[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Representar al país siempre es un orgullo, independientemente de los logros que se puedan alcanzar durante la competencia.” Con esta filosofía, el pesista Darío Lecman afina su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas, mientras se prepara en el Cenard con un objetivo muy realista: lograr un diploma durante la próxima cita olímpica. “En Argentina todavía le falta mucho tiempo de desarrollo a la halterofilia como para que un representante del país pueda alcanzar un lugar en el podio”, admitió Lecman en diálogo con Página/12. A los 33 años y ubicado en el puesto 21º del ranking mundial, este atleta que alterna el levantamiento de pesas con su actividad como profesor de educación física admitió que después de Atenas evaluará la posibilidad de un retiro.
–Faltan menos de dos semanas para que comiencen los Juegos. ¿Está conforme con la preparación que realizó?
–Sí, muy conforme. Trabajé mucho y creo que, en la medida de mis posibilidades, voy preparado para competir dignamente. Después se verán cuáles son los resultados que se obtengan, que dependen de muchas variables, pero estoy tranquilo porque hice un gran esfuerzo y voy a llegar bien preparado a Atenas. Durante la preparación hice marcas muy interesantes y eso me llena de ilusión.
–¿Cuál es el objetivo que se fija como meta?
–Tengo que ser realista. Me gustaría decir que voy con la meta de alcanzar un podio, pero no sería realista. Mi objetivo es lograr un diploma, es decir ubicarme entre el cuarto y el octavo puesto. Pero más allá del resultado, representar al país es para mí un gran orgullo.
–¿Qué es lo que el falta a su actividad para que adquiera mayor nivel?
–Principalmente, una competencia interna mucho más fuerte y un poco de estímulo a nivel dirigencial. De todos modos, en los últimos años se progresó bastante, pero todavía falta mucho trecho por recorrer.
–¿De qué forma combina su práctica deportiva con su actividad profesional?
–Es difícil, pero no imposible. Soy profesor de educación física. Trabajo en varios clubes y por suerte puedo vivir de mi actividad profesional. En Argentina, el apoyo oficial al deporte amateur siempre es escaso y los atletas tenemos que hacer malabares para prepararnos y competir, pero es algo que actualmente les sucede a muchos argentinos en otras actividades laborales. En este aspecto, el deporte no escapa a la generalidad de la crisis que vive el país.
–En la halterofilia existen dos especialidades: el envión y arranque. ¿En cuál se siente mejor preparado?
–Sin dudas que en arranque, que es una especialidad que requiere la puesta en juego de toda la capacidad técnica del pesista, más que su fuerza. Y creo que es allí donde mejor me destaco.
–¿Después de los Juegos se retira?
–Lo voy a analizar. Quiero llegar al Mundial del 2005, pero dependerá de cómo me encuentre físicamente. Después de los Juegos tomaré una decisión.

Producción: Leonardo Castillo.