EL PAíS
Cristina Kirchner se quejó de la deuda, Bob se quejó de que Bush no hizo nada
La senadora Kirchner inició una visita a Estados Unidos, en donde participará de la Convención Demócrata que lanzará la candidatura de John Kerry. Ayer se reunió con el congresista Bob Menéndez.
Por Santiago Rodríguez
“¿Y cuál es hoy el tema más importante para la Argentina?”, quiso saber su interlocutor y Cristina Fernández de Kirchner no dudó en la respuesta: “La renegociación de la deuda, porque se juega el tema de su reinserción en el mundo”. Fue ayer durante el encuentro que la senadora mantuvo con el congresista norteamericano Bob Menéndez en Boston, adonde viajó para participar en la Convención Demócrata que oficializará la candidatura presidencial John Kerry. Menéndez es uno de los principales asesores en cuestiones latinoamericanas del demócrata que irá en busca de la Casa Blanca y coincidió con la esposa de Néstor Kirchner en que la raíz de la inestabilidad y los problemas de seguridad que se plantean en los países de América latina es la crisis económica y social. La senadora aprovechó la coincidencia para reclamarle un mayor compromiso de Estados Unidos con el desarrollo de la región.
La entrevista con Menéndez fue la primera de una serie de actividades que Fernández de Kirchner tiene pautadas en el marco de su visita de cinco días a Estados Unidos. La primera dama llegó ayer mismo a esa ciudad y hoy concurrirá a un almuerzo organizado por el National Democratic Institute, que preside la ex secretaria de Estado norteamericana Madelaine Albright. Allí habrá otras reconocidas mujeres, como la senadora por el Estado de Nueva York, Hillary Clinton; la ex primera ministra de Canadá Kim Campbell y la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson.
La esposa de Kirchner fue al encuentro junto al cónsul argentino en Nueva York, Héctor Timerman. La reunión duró poco más de una hora y no hizo falta traductor: el diputado norteamericano es de origen cubano y maneja muy bien el español. Es también uno de los pocos congresistas que conoce en profundidad la situación de Latinoamérica y, de hecho, fue él mismo quien pidió reunirse con Cristina al enterarse de que estaría en Boston para el lanzamiento de la candidatura de Kerry, previsto para hoy.
“Acá son muy profesionales y tratan siempre de hacer una lectura de primera mano de lo que está ocurriendo”, explicó a Página/12 un colaborador de la senadora. Conocedor de la política norteamericana, también dio precisiones sobre Menéndez. “Es diputado por Nueva Jersey, jefe de los hispanos y por su poder político es el tercer hombre dentro del Congreso. Es un peso pesado”, graficó el allegado a la primera dama, uno de los que anoche la acompañó en la mesa del restaurante Locke-ober, el mismo donde John Kennedy cenó la noche anterior a ganar las elecciones.
El interés de Menéndez quedó de manifiesto en la atención que puso a todo lo que Fernández de Kirchner le dijo. La senadora le habló de la situación en la Argentina y de la relación con Estados Unidos; también le comentó sobre la importancia que Kirchner le asigna al diseño de políticas proactivas para estabilizar la región y remarcó la necesidad de que lo mismo hiciera la Casa Blanca. También le contó de la reciente gira presidencial por Venezuela y Bolivia.
A propósito de eso, Menéndez se explayó en críticas hacia la política de George Bush para la región. El asesor de Kerry sostuvo que el actual mandatario norteamericano “tuvo una retórica muy fuerte con respecto a América latina, pero después no hizo nada”. Sobre los motivos de esa actitud, evaluó que en parte fue porque surgieron otros asuntos a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero que también se le había “negado” importancia a Latinoamérica. La senadora le manifestó que en el caso de la renegociación de la deuda argentina Estados Unidos tenía la posibilidad de demostrar su compromiso con la región.
Menéndez le transmitió la intención de su partido de instrumentar una nueva política hacia América latina y consideró que el problema central “es la brecha entre ricos y pobres”. Su preocupación al respecto no es nueva: el congresista es uno de los promotores de la creación de un fondo para el desarrollo social de la región.