DEPORTES › VELEZ NO PUDO CON EL BUEN JUEGO DE COLON Y PERDIO 3-2 EN SU CASA
Al líder lo sorprendieron con fútbol
Con una gran actuación colectiva, el conjunto santafesino se llevó una gran victoria de Liniers con goles de Hernández, Bedoya y Estévez. Valdemarín y Cubero anotaron para el local.
Colón concretó ayer todo lo que insinuó durante el campeonato y bajó en Liniers a Vélez, uno de los punteros del Apertura. Con una gran actuación colectiva, que estuvo acompañada de muy buenos rendimientos individuales, los dirigidos de Alfio Basile jugaron un fútbol de alto vuelo técnico y derrotaron por 3-2 a un rival que no mostró la suficiente ambición con la cual sostener sus pretensiones de campeonato.
Ambos salieron a buscar el partido desde el comienzo. Vélez apostó a la velocidad de sus atacantes, Valdemarín y Bardaro, más la movilidad que aportaban volantes como Gracián y Jonás Gutiérrez. En tanto que Colón trató de manejar la pelota en la mitad de la cancha para llegar rápido de contragolpe. Bajo la conducción de Giovanny Hernández, los santafesinos demostraron que tenían la clara intención de jugar en el campo adversario para llevarse la victoria. A los 10 minutos, Sessa salió en falso y le cometió penal a Estévez. Sánchez cobró y el enganche colombiano se encargó de adelantar a su equipo en el marcador. Vélez se fue con todo en busca del empate. Y cinco minutos después del tanto visitante se vio favorecido por una compensación del árbitro –que sancionó un dudoso penal de Garcé a Bardaro– para que Valdemarín igualara con un remate suave y recto.
El encuentro adquirió un ritmo vertiginoso, con dos equipos que cambiaban ataque por ataque y que asumían todos los riesgos. Hasta que otro colombiano dijo presente. Con un formidable tiro libre, Bedoya la colocó en el ángulo izquierdo del arco defendido por Sessa. El conjunto de Basile se afirmó en el protagonismo del juego y fue cada vez más incisivo. Así, tras una gran maniobra colectiva, llegó el tercer gol de Estévez sobre el final del primer tiempo. Con una fórmula sencilla: pelota contra el piso y toque corto, Colón ofreció una verdadera lección de buen fútbol en la propia cancha de uno de los punteros del campeonato.
Herido en su amor propio, el conjunto dirigido por Fanesi modificó su esquema táctico en el reinicio y sumó más jugadores en la ofensiva con el propósito de buscar la igualdad. Pero Colón no se dejó llevar por los embates desesperados de Vélez y, al buen manejo que mostraban sus jugadores, le agregó también oficio y criterio para controlar el desarrollo del partido. Desde la tenencia de la pelota, el cuadro rojinegro reguló y le cerró todos los caminos a Vélez, que con el correr de los minutos se apagó en la intrascendencia. Al final, el puntero apeló al único recurso que le quedaba: el juego aéreo. Un rebote cedido por la defensa de Colón tras un centro le permitió a Cubero señalar el segundo, y ese gol le dio una cuota de incertidumbre a un partido que parecía definido. Pero la suerte no se modificó y Colón se quedó con una gran victoria.