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Por Daniel García Marco
Desde Melbourne

David Nalbandian es el único superviviente argentino en el Abierto de Australia, donde ayer eliminó a Guillermo Coria en el superclásico argentino de tenis y mañana buscará las semifinales. Nalbandian se impuso a Coria 5-7, 7-5, 6-3 y 6-0 en 3 horas y 24 minutos de juego en un encuentro que terminó pasadas las 2 de la madrugada australiana en un estadio, el Rod Laver Arena, prácticamente vacío.
Fue el primer éxito de Nalbandian ante su compañero y amigo de la infancia Coria, ya que en las tres ocasiones precedentes la victoria había sido fue para el santafesino. Todo hacía indicar que se repetiría la tendencia. En un primer set con muchas alternativas Coria, que requirió asistencia médica al comienzo del partido, se llevó la primera manga, más firme ante un Nalbandian con muchos errores que desperdició un 4-2 a favor.
Coria se impuso 7-5 y el segundo set llevaba la misma dinámica. Nalbandian se puso en ventaja 3-1, Coria remontó y estuvo 4-3 con break a favor. Pero con 6-5 a favor, Nalbandian quebró en el duodécimo juego y devolvió la moneda a su compatriota.
Todo cambió a partir de allí. Nalbandian empezó a acertar más, falló menos y siguió colocando golpes ganadores ante un Coria a la defensiva que no podía armar el contraataque. Se colocó 4-0 en el tercero, que se llevó finalmente por 6-3. El cuarto fue un monólogo. El jugador rubio aprovechó mejor sus puntos de break y le endosó un 6-0 a su rival.
“Fue decisivo perder el segundo set, pero David (Nalbandian) jugó mejor, metió todo. Me ganó bien y se lo merece”, dijo Coria, satisfecho por el torneo pero preocupado por la lesión de aductores que le mermó y que se analizará hoy. “Perdí con un top-ten, uno de los mejores jugadores en estas canchas, así que estoy contento por hacer octavos de final aunque me queda aún mucho para tener mi nivel”, agregó.
Nalbandian, noveno favorito, repite por tercera vez consecutiva la ronda de cuartos de final en Melbourne, donde enfrentará mañana al australiano Lleyton Hewitt, tercer favorito, que derrotó en cinco sets al español Rafael Nadal.
“Fue duro, por terminar tan tarde y por esperar hasta que empezó”, se lamentó Nalbandian. “Al final del segundo set empecé a cometer menos errores y ahí estuvo la clave. Jugué con más acierto y determinación”, aseguró.
“Tuvo un sabor distinto jugar con Guillermo porque nos conocemos desde hace mucho. No es lo mismo jugar con un argentino con el que nos conocemos que con un checo o cualquier otro, que lo conocés menos”, explicó el cordobés.
En 2004 el suizo Roger Federer lo derrotó para ser luego el campeón. En 2003 fue el alemán Rainer Schuettler el que acabó con él. En 2005 quiere cambiar la tendencia y saltar a la ronda de los últimos cuatro.
El duelo con un Hewitt entonado tendrá además cierto componente de revancha, ya que las dos veces anteriores que se vieron las caras el triunfo favoreció al australiano. Especialmente dolorosa fue la derrota en la final de Wimbledon en 2002: Hewitt ganó cómodo al argentino en tres sets en el césped de Londres. “David juega muy bien en esta superficie, y va a ser un partido muy duro”, afirmó Hewitt tras ganarle a Nadal, sin saber aún quién sería su rival. “Va a tener mucha más presión él que yo –señaló Nalbandian–. Va a ser un partido muy duro, es un jugador muy sólido. Tiene un juego bastante similar al de Guillermo.”