EL PAíS › EL PRESIDENTE ESPAÑOL HABLARA
CON KIRCHNER DE LAS PRIVATIZADAS
Con una piedrita en el Zapatero
El jefe de gobierno español estará en el país menos de 24 horas. Se reunirá con Kirchner. Privatizadas y deuda en la agenda.
Por Fernando Cibeira
El jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llega hoy al mediodía al país para entrevistarse con el presidente Néstor Kirchner en el marco de una gira express por la región: ayer Brasil, hoy Argentina, mañana Chile, a razón de unas 24 horas por escala. Rodríguez Zapatero ya adelantó su predisposición a apoyar a la Argentina tanto en su conflictiva relación con el FMI como en su propuesta de canje de la deuda externa. La perla negra de la visita girará en torno de los reclamos por tarifas de las empresas españolas radicadas en el país de los que seguramente se hará eco Zapatero durante la cumbre presidencial.
“Para Zapatero, Argentina es probablemente el país al que le tiene más afecto y cariño de toda América”, aseguró ayer el secretario de Comunicación de España, Fernando Pajares, cuestión de dotar a la visita tan breve que hará el jefe de gobierno español de algún carácter especial. Menos sentimental, el vocero adelantó que Rodríguez Zapatero le ofrecerá a Kirchner un acuerdo de asociación estratégica como el que España ya tiene con Brasil.
Este acuerdo, explicó, habilitará una relación bilateral aún más fluida con el establecimiento de una agenda regular de encuentros, de celebración de foros y de nuevas pautas de colaboración. Sin embargo, en la Cancillería argentina explicaban que ya existe un acuerdo de cooperación, suscripto en 1988, que fue aprobado por los Parlamentos, por lo que no puede soslayarse. La “Declaración de Buenos Aires”, que hoy firmarán Kirchner y Rodríguez Zapatero, entonces, significará un perfeccionamiento de aquel acuerdo.
Rodríguez Zapatero llegará al Aeropuerto de Ezeiza a las 12.30 y el encuentro con Kirchner en la Casa Rosada está agendado para las 17.10. Luego, el jefe de gobierno español llevará una ofrenda floral al monumento a San Martín, se reunirá con la colectividad española en la embajada de su país y, por la noche, participará de la cena de honor que le ofrecerá Kirchner en el Salón Libertador del Palacio San Martín.
Como anticipo de lo que podía esperarse, tanto en España como en la Casa Rosada destacaban ayer la buena química que existe entre Rodríguez Zapatero y Kirchner desde el día en que se conocieron, basada en la afinidad política y una visión similar del mundo. Con todo, la buena relación personal no impedirá que durante el encuentro Rodríguez Zapatero saque a relucir la situación de las empresas privatizadas de capital español. Uno de los sostenes del discurso de Zapatero es que las empresas ibéricas no se fueron del país durante lo peor de la crisis y que tampoco bajaron su nivel de inversión, por lo que su voz merece ser atendida.
De acuerdo con los números que manejan en la embajada de España, sus inversiones en Argentina sólo son superadas por las de Estados Unidos y han servido para generar más de 120 mil puestos de trabajo. Será la carta fuerte del jefe de gobierno español para reclamar un rápido acuerdo a las diferencias surgidas en la renegociación de los contratos de las privatizadas, en los que las empresas vienen reclamando aumentos de tarifas que el Gobierno no está dispuesto a conceder.
Detrás del pedido de un acuerdo en breve, los españoles traen el anzuelo de una supuesta “segunda ola de negocios” en el país. La ola se traduciría en una nueva andanada de inversiones ibéricas atraídas por las posibilidades abiertas a partir de la recuperación económica argentina. La comitiva española incluirá un grupo de pequeños y medianos empresarios con deseos de hacer buenos negocios en el área de la informática, del consumo y de la construcción.
Otros de los temas que estarán incluidos en el encuentro aparecen menos problemáticos. Al igual que le sucedió recientemente en Francia durante su encuentro con el presidente Jacques Chirac, Kirchner encontrará en el premier español apoyo en su relación con el Fondo y en la propuesta para el canje de la deuda en default, un dato ansiado en la Casa Rosada. La cena, ya tildados los temas más difíciles de la agenda bilateral y con los presidentes más distentidos, será el ámbito para el cruce de elogios de los dos presidentes. Mañana, antes de partir a Chile, Rodríguez Zapatero dará una rueda de prensa con sus conclusiones.