DEPORTES › LOS SPURS PERDIERON 95-86
CON DETROIT Y HABRA SEPTIMO PARTIDO
No aprovechó el primer match point
San Antonio desperdició la posibilidad de festejar el título, aunque mañana tendrá otra chance. Ginóbili jugó un buen encuentro.
Luego de la caída como local que lo puso al borde del nocaut, Detroit reaccionó como un auténtico equipo campeón y se recuperó para igualar 3-3 la serie final de la NBA. El triunfo de los Pistons 95-86 ahogó la fiesta de San Antonio y obligó a que mañana se dispute el séptimo y decisivo juego, otra vez en el SBC Center. Emanuel Ginóbili completó un buen partido, con 21 puntos (5-9 dobles, 2-8 triples y 5-8 simples), además de capturar 10 rebotes, entregar tres asistencias, robar dos pelotas y perder tres balones en los 40 minutos que estuvo en cancha, aunque no estuvo acertado en las últimas decisiones del partido.
En el juego de estrategias, la idea de San Antonio fue darle mucho protagonismo de entrada a sus jugadores perimetrales, en especial a Ginóbili y Tony Parker. De esa forma, entre los dos se repartían el goleo de los locales, mientras que Duncan recién anotó su primer tiro pasada la mitad del primer cuarto. Del otro lado, Detroit sorprendió con una repetida apuesta por los lanzamientos externos, con muy buenos porcentajes de efectividad, algo casi inédito hasta ahora en la serie. De esa forma, los dos tenían un goleo mayor que al de encuentros anteriores.
Claro que más allá de los nuevos condimentos para la eliminatoria, la paridad seguía siendo la tónica del juego. Es que con los puntos no habituales desde la línea de tres, la aparición ofensiva de Tayshaun Prince y la gran cantidad de rebotes en ataque, Detroit compensó el mejor juego colectivo de San Antonio. Incluso llegó a sacar una ventaja de cinco puntos. Sin embargo, una ráfaga de Ginóbili, que logró tres bandejas consecutivas ante los grandotes de Detroit, posibilitó que San Antonio se recuperara en el marcador. A esa altura, lo del argentino era fundamental, ya que llevaba 12 puntos y ocho rebotes, siendo el líder de su equipo en ambos rubros. Claro que el bahiense tenía una muy buena ayuda en Duncan, que llevaba nueve puntos, y en Parker, que totalizaba diez.
La única muestra negativa para San Antonio era la eficacia desde la línea de tres puntos. Por más que en varias ocasiones sus tiradores lanzaron cómodos, incluso Ginóbili, los tiros no ingresaron, por lo que el equipo de Gregg Popovich no pudo sacar una diferencia más relevante. Por el contrario, con un goleo repartido y un aprovechamiento integral de cada desconcentración de su rival, Detroit se mantuvo siempre a la expectativa en el resultado, pese a que lucía algo menos compacto que su adversario. Los puntos en contraataque eran un diferencia importante, ya que Detroit anotaba seguido por esa vía, en cambio a San Antonio le costaba a correr. Además, otra gran juego de Chauncey Billups, clave para manejar a su equipo y para anotar once puntos en ese parcial, los dejaba a los visitantes siempre metidos en partido.
Otro arranque fulminante de Ginóbili, que convirtió cuatro puntos y recibió tres faltas en un ratito, sirvió para que San Antonio amagara una escapada. A eso le sumó un buen pasaje recobrando pelotas en el tablero contrario, teniendo segundas y hasta terceras chances de anotar. Pero como Detroit seguía muy efectivo desde afuera, con Billups y Hamilton indetenibles, muy rápido limó la diferencia para incluso pasar al frente en el marcador. De ahí al cierre, el partido fue palo a palo, con conversiones de los dos lados y sin que nadie pudiera sacar más de cinco puntos, la ventaja que pudo gozar Detroit a falta de 1m25. Allí tuvo más tranquilidad, liquidó el juego y forzó un séptimo y decisivo partido para mañana.