DEPORTES
“Me voy convencido de que no tengo ganas de manejar”
Juan María Traverso, el piloto más ganador del automovilismo nacional, anunció a los 54 años su retiro. Atrás queda una campaña de 700 carreras, 16 títulos y más de cien victorias.
Por Pablo Vignone
A las 17 en punto, Juan María Traverso tomó el micrófono y comenzó a hablar. De paredes peladas, la sala-taller de la ruta 202, en Don Torcuato, albergó la última vuelta del Flaco de Ramallo:
–Una idea me rondaba en la cabeza, pero yo la negaba y seguí para adelante. Pero ayer (por el domingo) sucedió lo que yo sabía que iba a pasar. Perdí la motivación.
Sin dramas, pero con la voz casi quebrada, Traverso anunció su retiro definitivo del automovilismo, a los 54 años. “Me voy totalmente tranquilo, convencido de que no tengo más ganas de manejar –explicó el piloto que más carreras ganó en la historia del automovilismo argentino–. Cumplí una etapa, la agoté, la exprimí.” Un rato antes de largar la carrera de TC en Olavarría, el domingo bien temprano, Traverso decidió no participar, y postergó dar a conocer los motivos hasta ayer. La sorpresa fue generalizada.
–¿Qué vas a hacer en la próxima carrera, en Paraná? ¿Vas a ir a verla o te quedás en tu casa mirándola por TV? –preguntó este diario.
–Mi actividad deportiva oficial termina mañana (por hoy) en la ACTC. Voy a ir, porque a esta edad tengo un poquito de derecho a disfrutar las carreras como fanático, pero a un auto de carrera no me subo nunca más ni siquiera para manejar despacio.
–Pero ¿estás seguro de que estando en las carreras no vas a caer en la tentación de volver a correr?
–No. Estoy seguro.
–¿Qué te da tanta seguridad?
–Es que me gasté hasta el último gramo de la pasión con que hice automovilismo. No me bajé una carrera antes, me bajé justo.
–Pero ¿cómo te diste cuenta de eso?
–Es difícil explicarlo... Fue como una experiencia... espiritual. Como un clic. Llegué temprano al autódromo, me tiré a dormir una hora en el micro, me levanté. A las 9 menos 20 me fui a poner el buzo, a quince minutos de subirme al auto, y entonces dije ‘hasta acá llegué. No me lo pongo más’. Por primera vez sentí que era un sacrificio ir caminando hasta el auto de carrera.
–¿Es un tema de rendimiento? Alguna vez dijiste que cuando no pudieras doblar a fondo un curvón era el momento indicado para retirarse...
–... Pero el viernes hice el tercer mejor tiempo y para hacer eso tenés que doblar a fondo. Eso no. Pero la realidad es que los autos deterioraron bastante mi físico, y una semana antes había tenido un cólico renal antes de largar en Balcarce una carrera de Top Race. Pensé que había sido un episodio aislado, pero sentí ese clic. Ojo, le puse ganas hasta el final, pero ayer (por el domingo) me dije ‘no lo puedo hacer más’. ¿La verdad? Después de 35 años de miles y miles de kilómetros a fondo, no me puedo quejar.
Atrás quedan casi 35 años de campaña deportiva, iniciada el 31 de octubre de 1971, con al menos un triunfo por año calendario salvo en el del debut (en el que corrió cuatro carreras) y en este 2005. “El balance es sumamente positivo –asegura–. Corrí más de 700 carreras y tuve pocos accidentes en proporción. El automovilismo me dio 100 veces más de lo que yo le di. No me faltó conseguir nada, lo que me dio me sobra. Pero es mi vida y no sabría qué hacer si estuviera fuera.”
El hombre de las cien polémicas, el piloto de las mil contradicciones, decidió detener el motor cinco días después de anunciar que iba a correr en el 2006 y probablemente en el 2007. Creerle será una cuestión de fe.