Viernes, 20 de enero de 2006 | Hoy
DEPORTES › JUAN CHELA ELIMINO A LLEYTON HEWITT EN AUSTRALIA
El argentino se tomó revancha de lo que había sucedido en 2005 y venció al tercer favorito del torneo delante de su público.
“Fue la victoria más importante de mi carrera. Es, sin duda, un desquite y si me preguntás qué partido soñaba con ganar, era éste y acá.” Juan Ignacio Chela ganó, seguramente, el partido más trascendental de su carrera tenística. Los australianos habían convertido al encuentro de segunda ronda en una cuestión de orgullo nacional, pero Chela, solito, heló el resentimiento y las ilusiones del país que organiza el primer Grand Slam del año al derrotar al ídolo local Lleyton Hewitt en cuatro sets con una lección de tenis.
Chela se olvidó de toda la polémica que rodeó la previa del partido, se centró exclusivamente en el juego y se impuso al tercer cabeza de serie del Abierto de Australia 6-4, 6-4, 6-7 (8-10), 6-2 ante un Rod Laver Arena abarrotado con 15.000 enfervorizados pero respetuosos espectadores.
Todos los diarios locales habían recordado con profusión en los últimos días el incidente del año pasado en la tercera ronda entre los mismos protagonistas, e incluso uno de ellos, el Daily Telegraph, llegó a catalogar al argentino de “enemigo público número uno”. En aquel partido de 2005, repleto de intensidad, en un intercambio de lados, Chela escupió en dirección a Hewitt, por lo que recibió una multa de 2000 dólares.
Luego, el argentino presentó sus disculpas y Hewitt las aceptó. Pero la polémica del salivazo revivió este año entre la prensa, con la connivencia de un Hewitt que no quiso frenarla. “Por lo que vi, no creo que (Chela) hubiera sido tratado más justamente en cualquier otro país del mundo”, aseguró el australiano tras el partido.
Conocedor de lo que se cocinaba, Chela decidió aislarse lo más posible antes del partido. “No quise saber nada, no vi diarios, aunque todos venían y me contaban. Se creó una novela, pero al final yo sabía que sólo era un partido de tenis.” Sólo un partido, que al cabo de 3 horas y 23 minutos pasó a ser el partido más importante en la carrera de Chela, número 51 del mundo, que desde que salió a la cancha se dedicó a jugar. Y a jugar bien.
El tenista argentino dominó el juego la mayor parte del tiempo, hizo correr a su rival y lo obligó a equivocarse. Hewitt, que siempre se destacó por su constancia y precisión, acumuló 62 errores no forzados. La presión fue tal que Chela quebró el saque del ex número uno mundial en ocho ocasiones a lo largo del partido y dispuso de hasta 21 oportunidades para conseguirlo.
Hewitt reconoció que su enemigo jugó “extremadamente bien”, pero señaló que la “lentitud” de la cancha sintética, que aseguró es “más lenta que Roland Garros”, benefició al argentino. También citó unas molestias en el pie, de las que fue atendido, para explicar su rendimiento.
Chela también padeció problemas físicos con calambres en el último set, que se le mezclaron con los nervios por la cercanía del triunfo y le obligaron a llamar al asistente físico. “Con 4-2 saqué parado, y creo que por ahí él se dio cuenta, se puso nervioso y erró más de lo normal.”
Hewitt puso sin embargo en duda después del partido la veracidad de los calambres de su rival. “En los dos juegos anteriores (al pedido del asistente) y en los dos posteriores no noté nada. Todavía corría por los ‘drop shots’. No estoy seguro de lo grave que era.”
El resultado sí fue, por el contrario, suficientemente convincente, como también las consecuencias inmediatas. Hewitt se marchó otra vez sin poder ganar “su” Grand Slam y además se caerá con toda probabilidad del “top-ten” del ranking mundial, dado que defendía los puntos de su final perdida en 2005 ante el ruso Marat Safin.
Chela, aunque Hewitt aseguró que no lo ve como “candidato” al título, continúa en la lucha, con un cuadro favorable para seguir avanzando. Su rival en tercera ronda será el belga Kristof Vliegen, 84 del mundo. En octavos se mediría con el ganador del partido entre Juan Carlos Ferrero y Nicolás Kiefer, y de superarlo podría enfrentarse en cuartos de final a Guillermo Coria. Pero Chela no quiere adelantarse a los acontecimientos. “Ahora lo que hay que hacer es no relajarse, falta mucho para todas esas cosas.” Lo importante fue su triunfo con todo en contra: “Ganarle aquí, delante de su público, fue sin dudas muy especial”.
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