Iban 25 minutos del primer tiempo, el partido entre el Barcelona y el Chelsea en el Camp Nou estaba empatado sin goles y los 98.436 espectadores, según la cuenta escrupulosa de los catalanes, sentían la tensión de una verdadera eliminatoria. Lionel Messi, que esperaba jugar “el mejor partido” de su vida, según había afirmado 24 horas antes, corrió a buscar la pelota seguido por su marcador, el francés William Gallas, cuando sintió el choque. Intentó seguir en el campo, insuflándole aire a su sueño, pero dos minutos después, en otro choque, esta vez con el holandés Arjen Robben, sintió que era imposible. Del otro lado de la pantalla de TV, José Pekerman no pudo evitar una mueca: otro lesionado en la Selección Argentina. Sin embargo, una vez pasado el shock del momento, los augurios son los mejores: la lesión en el músculo isquiotibial de la pierna derecha sólo lo tendrá alejado de las canchas durante dos o tres semanas, que le servirán para reponerse de los golpes recibidos en los últimos partidos y encarar mejor el tramo final de preparación hacia el Mundial.

El jugador rosarino se fue llorando de la cancha, consolado por el entrenador Frank Rijkaard y reemplazado por el sueco Henrik Larsson. Los malos augurios comenzaron a disiparse cuando se vio que Messi se quedaba en el banco de suplentes para ver el resto del partido. Según los análisis preliminares, Messi sufre una lesión muscular de poca gravedad, aunque todas las conclusiones quedan supeditadas a las pruebas médicas que se le realizarán hoy.

Messi sufrió “una lesión en el isquiotibial de la pierna derecha que puede ser contractura o pequeña rotura”, informó el secretario técnico de fútbol de Barcelona, Txiki Beguiristain, en el entretiempo. “Es una lástima porque tenía mucha ilusión de jugar el partido para demostrar lo que es capaz de hacer”, completó. El delantero argentino ya se lesionó jugando contra el Atlético Madrid en la misma zona y estuvo dos semanas sin jugar.

La de Messi fue la lesión muscular número 16 que sufre el Barcelona en lo que va de la temporada; sin embargo, se bastó para empatar 1-1 con el Chelsea, al que había vencido 2-1 en Londres dos semanas atrás, por lo que se clasificó para los cuartos de final de la Champions League. La lesión del argentino no preocupa a Pekerman, como las que sufrieron Roberto Ayala, Gabriel Heinze y Javier Mascherano, los otros titulares de la Selección, que todavía no han retornado de sus dolencias al equipo.

El entrenador del Chelsea, el portugués José Mourinho, afirmó que la eliminación de su equipo quedó sellada con la expulsión del español Asier del Horno, por una fuerte falta sobre el propio Messi, en el partido de ida en Londres, una jugada por la cual había acusado al rosarino de “hacer el mejor teatro”. Mourinho reservó ayer a Hernán Crespo en el banco y puso de titular al marfileño Didier Drogba, a quien sustituyó por el argentino en el complemento; sin embargo, el otro delantero de la Selección Argentina no fue determinante. Al menos, habrá pensado Pekerman, no se lesionó.