El presidente de River, José María Aguilar, se tomará a partir de hoy una licencia por un mes, luego de haber presentado un balance con superávit, pero la situación política está lejos de distenderse. Aunque las cuentas señalan que el ejercicio 2005/2006 arrojó varios millones de pesos, cifra que se alcanzó con ventas de futbolistas hechas sobre la hora del cierre, la oposición riverplatense cuestiona los métodos que se usaron para lograrlo: si antes se vendían los jugadores consagrados, ahora se venden los pichones de crack...

La última operación, que Aguilar cerró en Londres con el israelí Pini Zahavi (el intermediario que armó el desembarco del magnate ruso Roman Abramovich en el Chelsea y cuyas sociedades lo acercan sospechosamente al archirrival de River, Boca), le permitió al club engrosar sus cuentas en 13 millones de dólares a cambio de los pases de Fernando Belluschi, Gonzalo Higuaín (seis millones cada uno, se irán del club en junio de 2007) y los juveniles Juan Antonio, Augusto Fernández y Mateo Mussachio (por los cuales se paga un millón de dólares en conjunto y abandonarán River en junio de 2008), que irán a jugar al Locarno de Suiza. En caso de que Belluschi e Higuaín sean posteriormente transferidos a otros clubes por más de esos 6.000.000 de dólares que se pagaron por ellos, Zahavi y River se repartirán el excedente en partes iguales.

La aprobación de la venta en Comisión Directiva produjo fricciones entre la oposición y el oficialismo, que se resolvió 17-3 a favor de estos últimos cuando interpusieron una cuestión de confidencialidad para no revelar detalles de las operaciones, según confirmó el vocal opositor Andrés Ballotta.

“El déficit mensual de River es lógico porque tiene muchas actividades de deportes federados, pero con esta operación se reducirá en gran medida –argumentó por su parte el tesorero del club, Héctor Grinberg–. Esas ventas se van a repartir por mitades. Por estos seis jugadores River va a recibir un total de 13 millones de dólares, más otros dos millones por el pase del arquero Germán Lux.” Según lo informado por el oficialismo, por el arquero se pagarán cinco cuotas de 400 mil dólares cada una y se iría al Mallorca en diciembre. Sin embargo, voceros del Mallorca reiteraron ayer que, aunque existe un principio de acuerdo, “todavía no hay nada firmado”.

“La conducción del club –señaló Ballotta– utilizó una mayoría automática para aprobar el pedido de licencia del presidente Aguilar en medio de esta crisis, después de la megaventa evitada hace unos meses, cuando un grupo inversor, por tres millones y medio, se quedaba con el porcentaje de 16 jugadores juveniles. River es un barco a la deriva.” opinó. El dirigente apuntó que la minoría tampoco quería “que Aguilar se ausentara por un mes en un momento como éste. Así vamos rumbo al iceberg”.

Pini Zahavi, el empresario que motorizó la operación, es dueño de la empresa HAZ, cuyos socios son Gustavo Arribas (ex testaferro del presidente de Boca, Mauricio Macri) y el intermediario Fernando Hidalgo, representante, entre otros, de Juan Sebastián Verón y Hernán Crespo. El pase de Lux al Mallorca lo promovió Lucio Bernasconi, ex vocal de la Comisión Directiva de Boca, ex encargado de las inferiores del club de la Ribera y titular de ACE, una empresa que ubicaba juveniles de Boca en el exterior.