Julio Grondona preparó el terreno para imponer esta noche la medida que criticaba la semana pasada: la quita de puntos. Después de una reunión con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el presidente de la AFA anunció por varios canales su intención de imponer en la reunión de Comité Ejecutivo de esta noche la necesidad de restablecer la sanción deportiva a los clubes cuyos hinchas protagonicen actos de violencia, como una manera de normalizar la situación del fútbol argentino, y volver a contar con hinchas visitantes y venta de entradas antes de la finalización de los campeonatos. “El que avisa no es traidor”, lo sintetizó anoche.

El dirigente del fútbol salió al cruce de los rumores y concurrió a la cita con el jefe de Gabinete, una reunión que calificó como de “una claridad meridiana”, a solicitar respaldo para la continuidad más o menos normal de la actividad futbolística a cambio de imponer la medida que se le venía reclamando desde hace un par de semanas, especialmente desde la provincia de Buenos Aires. “La colaboración (del Gobierno) es total. Hablamos de buscar las soluciones que yo había manifestado.” El encuentro duró cerca de media hora y en el cierre el presidente Néstor Kirchner ingresó al despacho y saludó al dirigente. Durante la reunión se le sugirió a Grondona que la AFA “aplique las sanciones que están tipificadas”, en palabras del propio dirigente. “Las penas deben ser marcadas y claras, para que nadie pueda protestar más tarde.”

Por eso, esta noche irá a la carga para reponer la quinta de puntos, la sanción que auspician tanto el Comité de Seguridad Deportiva de la provincia (Coprosede) como el organismo similar en el ámbito nacional, la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos que comanda el ex árbitro Javier Castrilli, apoyados en estadísticas que aseguran que, mientras se aplicó la pena, los índices de violencia se redujeron a límites aceptables, similares a los de Italia o España.

“Esto fue el comienzo de una serie de reuniones para buscar las soluciones al mal momento del fútbol –dijo Grondona al cabo de su conferencia en la Jefatura de Gabinete–. Acá hay una sola prioridad, que es el bien del futbol, no se trata de salvar a algunos ni decir que la culpa la tienen los jugadores, los técnicos o los dirigentes. El mal está instalado en la sociedad. Tampoco es como dicen algunos que la prioridad es terminar el campeonato. Lo importante es encontrar la solución a este problema del fútbol para volver a la normalidad.”

La normalidad es permitir otra vez el ingreso de los hinchas visitantes a los estadios, una medida que el Comité Ejecutivo votó el martes pasado y cuyo veto insinuó el viernes cuando los futbolistas de Primera se reunieron en un hotel de Puerto Madero para discutir parar la actividad.

Para lograr eso, Grondona deberá imponer la quita de puntos, lo que le fuera reclamado la semana pasada por el gobernador bonaerense, Felipe Solá, que ayer volvió a cargar contra la AFA, insinuando su escepticismo acerca de “las reservas técnicas, profesionales y morales para pensar en un campeonato distinto” de parte de la entidad que preside Grondona.

“Me gustaría que la AFA tomara decisiones bien fundamentadas. Y en lo posible que fueran unánimes, alrededor de cómo va a ser el campeonato que viene”, dijo el mandatario provincial, que también estuvo reunido con el jefe de Gabinete Fernández en la Casa de Gobierno, antes de la cumbre con Grondona. “Este fin de semana respetamos lo que decidió la AFA y pusimos custodias en todos los estadios de la provincia”, reiteró Solá. “Me parece que jugar sin público visitante es una medida de emergencia para terminar el campeonato sin violencia. Pero no hay ni violencia ni gente.”

Grondona relató que entre los temas que charló con Fernández figuró el del “carnet del hincha”, la tarjeta magnética con fotografía y número de documento de identidad con la que se comprará la entrada para los partidos, cargándola electrónicamente, de manera de tener un mejor control sobre los asistentes a los estadios.

“Trataremos de buscar de la mejor forma volver a la normalidad, pero también con la responsabilidad de esta casa (la AFA) en aspectos de las penas y las situaciones que son claramente enmarcadas, pero cuando se producen todos protestan. Acá tendrán que entender que es así”, repuso respecto de la posible oposición de los dirigentes del Comité Ejecutivo para aceptar la restauración de la quita de puntos. “De acá en más tendremos que cambiar”, llegó a prometer. “Nadie quiere parar el fútbol, ni los jugadores, ni los dirigentes, ni la prensa. Pero se insiste tanto en parar el fútbol que después te acostumbrás”, insistió.

Por eso, esta noche, la AFA volverá a abrir el grifo de los hinchas. Abrir su estadio el domingo le costó a River unos 180 mil pesos: sin venta de entradas, no recaudó un solo peso. “La idea es que puedan ingresar todos –aseguró Grondona–. Eso es lo que estamos buscando. Cuando las cosas pueden empeorar en vez de mejorar, no hay que tener temor a volver a una situación que sea más favorable.”