Luego de la inesperada derrota frente a Estudiantes, con la que acabó el sueño del tricampeonato y se consumó la renuncia del DT Ricardo La Volpe, la dirigencia de Boca reaccionó rápidamente y le ofreció el cargo nada más y nada menos que al ídolo todavía en actividad, Guillermo Barros Schelotto. El jugador quedó en analizar la propuesta y contestarles a los directivos, aunque alertó sobre sus ganas de seguir jugando seis meses más. La noticia movilizó a la comunidad boquense y, desde España, Juan Román Riquelme le brindó apoyo a su ex compañero: “Llegará a ser técnico de Boca”, anunció, aunque sin precisar fechas.

“El puesto es tuyo”, escuchó el Mellizo de parte de Mauricio Macri, quien se comunicó telefónicamente con el delantero para oficializar una idea que, se sabe, siempre tuvo en la cabeza. No es novedad la debilidad que tiene el presidente de Boca frente al ídolo, a quien jamás le ha escatimado elogios, incluso durante la era de Alfio Basile, cuando el jugador no era tenido tan en cuenta por el entrenador.

Si bien la dirección técnica era una posibilidad en los planes del jugador, que por estas horas descansa en su residencia de La Plata, el ofrecimiento lo tomó por sorpresa. Por eso le pidió un poco de tiempo a Macri para darle una respuesta y ahora tendrá que decidir si altera o no sus planes de retirarse del profesionalismo después de jugar la Copa Libertadores, por lo que había rechazado la tentadora oferta que le realizó el Castellón, de la segunda española.

La primera sensación es que la respuesta del futbolista podría ser negativa. Pero los dirigentes no se quedarán de brazos cruzados, ya que ven a Guillermo como la llave maestra para abrir las puertas de la crisis que provocó la pérdida del título, no tanto por el partido ante Estudiantes como por las chances desperdiciadas ante Belgrano y Lanús. Intentarán convencerlo ofreciéndole su apoyo masivo, al que buscarán sumarle el de los hinchas y el de varias personalidades del club. La apuesta de Boca es fuerte, tanto como la certeza de Macri de que es el sucesor ideal del ex DT de la selección de México.

Guillermo, por su parte, admitió varias veces su deseo de dirigir a Boca. Hasta adelantó que podría hacerlo en compañía de su hermano Gustavo, a quien considera su ayudante de campo ideal, “más que cualquier amigo del fútbol”, según indicó recientemente en un reportaje en la revista El Gráfico.

Si bien es el preferido de Macri, Barros Schelotto no es el único que tiene chances de asumir el cargo de DT. En los planes de Boca también figuran Miguel Angel Russo, aunque su vínculo con Vélez, que vence en junio, sigue siendo un impedimento. Otra alternativa válida para los dirigentes, sobre todo entre los de segunda línea, sería el ex volante y capitán del equipo durante la era de Carlos Bianchi, Diego Cagna.

Mientras espera el desenlace de esta historia, Macri tiene previsto viajar a España junto al empresario Marcelo Lombilla, representante de Fernando Gago, para terminar las negociaciones con el Real Madrid.