Por la seguridad, el fútbol de verano en Mar del Plata corrió peligro, pero todo parece indicar que se llegará a una solución. Claro que para ello debieron intervenir el intendente de General Pueyrredón, Daniel Katz, y el presidente de la liga local, Jorge Bosco, y también tuvo su injerencia la presión de la empresa organizadora.

El último viernes estalló en los escritorios de la empresa que organiza el fútbol estival una nueva directiva del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, en la que solicitaba 800 efectivos para brindar seguridad en todos los partidos que se realizaran en Mar del Plata. A esa cantidad, todos hombres de la fuerza bonaerense, debían sumarse 200 gendarmes, y el costo del operativo con traslados, viáticos y horas trabajadas, tenía que ser afrontado por la organizadora del torneo.

Aunque nunca se habló de cifras oficiales, allegados a Torneos y Competencias revelaron que la suma rondaría los cien mil pesos, monto que la empresa no estaba dispuesta a pagar. Albino Valentini, directivo de la firma y cabeza visible de la organización en la ciudad balnearia, en declaraciones altisonantes dijo: “Yo ya no sé qué hacer. Le pido al intendente de Mar del Plata que medie con la gente de la provincia para encontrar una solución”.

No sólo el jefe comunal Daniel Katz, sino también el presidente de la Liga Marplatense de Fútbol, Jorge Bosco, se acercaron hasta la sede Departamental de la policía provincial en Mar del Plata. En la improvisada reunión con los jefes policiales les recordaron que el año anterior bastaron 300 efectivos para los partidos de menor riesgo y 1050 para el Boca-River. Además, en los tres años anteriores no se registraron hechos de violencia. Para terminar de limar asperezas, hoy se llevará a cabo una reunión entre la gente del Ministerio de Seguridad provincial y Torneos y Competencias. Y así cerrar el conflicto que casi deja sin fútbol a Mar del Plata.