El presidente de River, José María Aguilar, anduvo de gira promocional: por la mañana visitó al ministro del Interior, Aníbal Fernández; por la tarde se presentó ante una comisión de la Cámara baja en el Congreso y a la noche conferenció con el presidente de la AFA, Julio Grondona. Sin embargo, la suspensión por cinco fechas del estadio Monumental se mantiene, aunque el dirigente señaló que todavía tiene “expectativas serias” de que el domingo próximo el equipo pueda ejercer allí la localía contra Racing. Aguilar indicó que, durante el encuentro de media hora que mantuvieron en la Casa Rosada, el titular de la cartera política le confirmó que el Gobierno girará al Congreso un proyecto de ley que les otorgue nuevas atribuciones a los jueces, para impedir el ingreso a las canchas de los hinchas que estén sometidos a procesos judiciales por hechos de violencia.

El máximo dirigente del club de Núñez informó que le explicó a Fernández las medidas de seguridad que se están adoptando por exigencia de la jueza María Martínez Vega para levantar la clausura del club y le transmitió el petitorio de la magistrada respecto de la calidad del servicio policial que contrata el club durante sus partidos de fútbol. El directivo indicó que se está “siguiendo el camino judicial y administrativo” para lograr revocar la suspensión del estadio ordenada por el Ministerio del Interior por los incidentes del 11 de febrero, en la previa del partido contra Lanús, que calificó de “arbitraria y exagerada”, aunque aclaró que no consideró apropiado pedirlo verbalmente en el encuentro con Fernández.

“Yo tengo la expectativa seria de que River pueda jugar de local el domingo, aspiramos a que las actuaciones administrativas y judiciales que hemos realizado tengan éxito”, destacó Aguilar, para quien “los problemas que tuvo River no se van a solucionar porque se juegue en otra cancha”. Para el presidente de la entidad, los inconvenientes de violencia en las canchas “de ninguna manera se van a solucionar ni con la expulsión de seis personas ni con cuatro paredes que podamos construir ni con veinte nuevas cámaras que podamos comprar; hace falta un cambio educativo más profundo”.

Ante la Comisión Especial de la Violencia en el Fútbol, presidida por Juan Carlos Bonacorsi, del Partido Unidad Federalista (Paufe), el dirigente remarcó que “no hay que aspirar a soluciones mágicas, porque eso es subestimar el problema”, y reiteró que “es un disparate” pensar en la existencia de un nexo entre barrabravas y dirigentes de los clubes. “El club no financia a los violentos. Soy hombre del fútbol y los conozco a todos, pero no tengo relación con ellos”, insistió Aguilar.

Además, el presidente de River se mostró en desacuerdo con la aplicación del derecho de admisión en los estadios (“suena discriminatorio”) y su explicación de lo sucedido en el club el domingo 11 fue, por lo menos, curiosa: “Hubo una disputa entre dos grupos de muy poca gente. No está clara la cantidad de heridos ni que los hubiera. La versión periodística tiene un margen de error importante”, dijo. Bonacorsi concluyó que no escuchó “todas las respuestas que quería escuchar” y el diputado Luis Ilarregui, vice de la comisión, opinó que ni Aguilar ni Julio Grondona “tienen capacidad de autocrítica”.

A su vez, el Gobierno elevará al Congreso un proyecto de ley destinado a brindarle a la Justicia “más instrumentos” para que los responsables de desmanes en la canchas de fútbol “puedan ser encarcelados”, según aseguraron ayer fuentes oficiales desde el Ministerio del Interior. Las mismas fuentes negaron además que se vayan a otorgar “superpoderes” al actual subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli.