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El nuevo entrenador de Racing, Osvaldo Ardiles, llegó ayer por la mañana al país, por la tarde se presentó en el entrenamiento y luego manifestó su deseo de dirigir al equipo mañana ante Huracán, en la primera fecha del Apertura, aunque el gerenciador del club, Fernando Marín, dispuso que lo haga el técnico interino, Miguel Micó. Finalmente, se confirmó que el cordobés estará el domingo en el banco. Luego de la práctica en la quinta de Escobar, Ardiles lanzó un abierto elogio a la historia racinguista al sostener que “si una entidad de esta magnitud te llama, es muy difícil decirle que no” y calificó de “desafío inmenso” la tarea que le fue encomendada.
“Va a ser muy lindo para mí, por esta vuelta a mi país. Cuando se lo dije a mi mamá, se puso a llorar de la emoción. Con este regreso les doy una respuesta a muchos de los que me preguntaban todos los años, cuando venía de vacaciones y me consultaban si me iba a quedar a trabajar. Quizás en Buenos Aires no lo tenían tan presente, porque yo no venía acá sino a Córdoba”, sostuvo Ardiles. El ex volante campeón mundial del ‘78 también destacó que estaba “muy al tanto” de la actualidad del fútbol argentino.
Al ser consultado acerca del estilo de juego que implementará, el técnico señaló que “es el mismo que les gusta a todos los técnicos: tener un equipo ofensivo, agresivo, que ataque con mucha gente en campo rival, pero que a la vez sea sólido y resulte difícil llegarle a su arco”. Haciendo comparaciones con el técnico que lo llevó a la Selección, César Luis Menotti, quien lo dirigió durante varios años, Ardiles rechazó similitudes al sostener que “trato de que mis equipos jueguen el estilo mío”.
Respecto de la situación general del país explicó que “es muy triste”, pero rescató la posibilidad de un repunte al decir que “aquí siempre hay un lado optimista, aunque es una situación para pensarla mucho más fríamente y conversarla más largo”. Ardiles había tomado su primer contacto con la prensa en la Argentina apenas llegó a Ezeiza, donde fue recibido por el gerenciador racinguista Marín.
Por su parte, en referencia a la partida de Reinaldo Merlo, el presidente de Blanquiceleste remarcó que “en el tramo final del proyecto no teníamos coincidencias; además, hubo una colisión de estilos”. Asimismo, Marín habló sobre las expresiones de Merlo acerca de que “nadie” lo había consultado respecto de la contratación de refuerzos para el plantel y a la supuesta falta de comunicación que hubo con la empresa gerenciadora durante la gira del equipo por México. “Blanquiceleste es un proyecto privado que surgió de la aprobación de un juez y fue ratificado por una Cámara. Y nosotros somos cuidadosos de los aspectos contractuales exigidos”. Y agregó: “Debemos respeto a los acreedores, al patrimonio y a los activos de Racing; tenemos que cuidar muchos detalles que son ajenos al folclore del fútbol”.
Por último, acerca de la contratación de Ardiles, el empresario señaló: “Hablamos con él hace 48 horas, la decisión fue consensuada. He traído a un hombre que tiene una trayectoria impecable como profesional y que se caracteriza por su seriedad; además, no tiene la carga de un pasado en Racing para que no busque revancha”.