En la lista de jugadores que presentó Boca para el Apertura, hay tres camisetas muy pesadas que no tienen dueño. Y la intención de los dirigentes es ocuparlas con los tres nombres que tienen en carpeta. La más simbólica, la número 10, tiene un único propietario posible: Juan Román Riquelme. Los otros dos jugadores que figuran en los planes del entrenador Miguel Russo son el chileno Alexis Sánchez, elegido para tener la camiseta 7, y Leandro Gracián, que, más allá de la llegada o no de Riquelme, podría arribar para ocupar la 11.

Sin novedades sobre el tema Riquelme, las otras dos negociaciones que mantiene la dirigencia de Boca son por Alexis Sánchez y Gracián. El delantero chileno pertenece al Udinese, que lo cedería para que gane experiencia ya que no tiene lugar en su plantel. Incluso, Boca podría llegar a comprar una parte del pase. Delantero rápido y con gol, tendría la casaca que durante casi diez años le perteneció a Guillermo Barros Schelotto. Pedido por Russo desde su arribo al club, Gracián volvió a convertirse en una opción válida. El ex jugador de Vélez perdió terreno en el Monterrey, que ahora estaría dispuesto a cederlo, algo que no sucedió en el semestre pasado y que terminó con la incorporación de Riquelme.