Después de trece años de estar vinculado con la AFA, primero como colaborador de José Néstor Pekerman y luego como coordinador general de las selecciones juveniles, Hugo Tocalli siente que se encuentra ante el desafío más importante de su carrera como entrenador: dirigir en un club de Primera División como Vélez, que tiene aspiraciones de convertirse en uno de los protagonistas del Clausura. “Quiero un equipo que se sacrifique, pero que también juegue bien al fútbol”, le contó a Página/12, durante un diálogo en el cual deslizó el proyecto que pretende desarrollar en el club de Villa Luro, a horas del debut en el certamen. “La idea es armar un plantel que tenga muchos futbolistas surgidos de las divisiones inferiores”, aseguró el ex arquero de Quilmes.

–Después de tantos años junto a los juveniles, ¿cómo vive este desafío de dirigir a un equipo de Primera División?

–La verdad que con mucha alegría. Tenía muchas ganas de volver a disfrutar del día a día. La convivencia con un grupo es algo que el entrenador disfruta mucho y que no podía hacer cuando estaba como seleccionador, donde a los jugadores uno los tiene un mes o dos a su disposición y después se vuelven a sus clubes. Esto, la verdad que me gusta más.

–¿Y desde lo profesional?

–Para mí es la oportunidad de poner en marcha un proyecto en un club como Vélez, que debe ser uno de los más importantes de la Argentina en cuanto a la infraestructura que tiene dedicada al fútbol. Es tal vez la prueba más importante de mi carrera como técnico.

–¿Cree que tiene equipo como para pelear un campeonato?

–Sí, creo que vamos a dar pelea y además estamos obligados a ello. Tenemos que pelear por cosas importantes y tratar de meternos en alguna copa, ese diría que es nuestro objetivo de mínima.

–¿Y qué tipo de juego pretende que Vélez exhiba en el próximo torneo?

–Vamos a ser un equipo que luche, pero que también juegue cuando tenga la pelota. Esa es la idea que siempre intenté poner en práctica en los equipos que dirigí.

–En el fútbol argentino siempre se habla de definir proyectos a largo plazo, pero todo termina condicionado por los resultados inmediatos. ¿Podrá con su gestión en Vélez empezar a marcar un camino distinto?

–Es muy difícil escapar a la necesidad de obtener resultados en los primeros partidos. La idea de un proyecto está y pasa por armar equipos que tengan muchos jugadores del club. Pero diría que para hablar del largo plazo, en el fútbol argentino, primero hay que ganar y después pensar en el futuro.

–¿Y eso está bien?

–Es lo que hay. Me gustaría trabajar de otra manera. Pero lamentablemente los tiempos de todos los técnicos están bastante acotados por las necesidades y las urgencias.

–Los jugadores emigran cada vez más jóvenes al exterior y esto afecta el nivel de la competencia local. ¿Considera que se puede hacer algo desde el punto de vista legal como para frenar este éxodo?

–Desde el punto de vista legal es casi imposible. Por la cuestión de la patria potestad, porque si un padre aduce que se quiere radicar con su hijo en otro país no hay forma de prohibírselo. Es un tema muy complicado. Por suerte, Argentina tiene una gran cantera, donde surgen muchos chicos que juegan bien, y espero que no se acabe nunca.

–Ricardo La Volpe se fue del club diciendo que en Vélez se trabajaba mal en las divisiones inferiores. ¿Qué opina usted?

–A mí no me pareció. Tengo respeto por La Volpe, pero no podría decir nunca una cosa así. Vélez es una institución muy seria que trabaja bien con sus inferiores. Además, creo que ciertas cosas hay que hablarlas hacia adentro y no exponerlas tanto.

–¿Qué opina de la decisión que tomó Julio Grondona respecto de que su sucesor, Sergio Batista, dirija la Sub-23 en los Juegos Olímpicos de Beijing?

–No me parece mal, porque implica darle una continuidad al trabajo que se hace con los juveniles del Sub-17 y Sub-20. Además, aprovecho para desearle toda la suerte del mundo a Batista y a su gente.

–Después de haber formado junto a José Pekerman el cuerpo técnico de la Selección que jugó el último Mundial, ¿qué le parece que fue lo que pasó en ese partido con Alemania que significó la eliminación?

–A mí me parece que el partido estaba ganado y que se complicó con la lesión de Abbondanzieri. Los cambios estuvieron bien, se pensó que de esa forma se podía enfriar el juego y preservar algunos jugadores para los partidos que venían, pero no se dio. Nos empataron y bueno, los penales son una lotería. Igual, pienso que el equipo estaba para jugar la final.

–¿Es cierto que se enteró de la renuncia de Pekerman en el vestuario, después de la derrota con Alemania?

–Sí. Recién me enteré cuando estaba dando la conferencia de prensa.

–¿Y cómo sigue su relación con él?

–Es muy buena, cada tanto hablamos por teléfono. Nos vemos menos porque él está dirigiendo en México. Pero siempre voy a tener un gran recuerdo de José, con quien aprendí muchas cosas, tanto en lo profesional como en lo humano.

–Argentina ganó seis mundiales Sub-20, de los cuales Pekerman y usted tuvieron que ver en cinco ellos. ¿Por qué se demora tanto la obtención de un título de los mayores?

–Brasil tardó veinticuatro años en volver a ganar la Copa del Mundo y nosotros vamos por un camino parecido. Lo que me perece es que falta un poco más de trabajo, sobre todo para manejar los pequeños detalles o los imprevistos, que a veces pueden costar una eliminación. Pero no hay que desesperar, Argentina sigue teniendo grandes jugadores y algún día se nos va dar otra vez.