El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, pidió no atribuir las muertes a “un hecho de seguridad deportiva”, y lo vinculó a un episodio “criminal” cometido por “delincuentes cuatro horas después” del partido con Arsenal en una villa de emergencia. Pero la ONG Familiares y Víctimas de la Violencia en el Fútbol (Favifa) acusó a la Policía Federal y a la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (Subsef) por los enfrentamientos. “Estamos en situaciones de delincuentes –dijo Fernández–. Me tiene sin cuidado si pertenecen a un club o son hinchas de un determinado club, son delincuentes, no miremos esto como un hecho de seguridad deportiva. No tiene nada que ver con un enfrentamiento ligado al tema deportivo”, insistió. “Todos sabían de la interna de la hinchada de Huracán y, sin embargo, los van a buscar a las guaridas, los llevan a la cancha, les garantizan la entrada, no le aplican el derecho de admisión y los dejan enfrentarse en el entretiempo”, denunció el abogado de Favifa, Juan Manuel Lugones. Fernández se quejó de que “tantas estupideces juntas no se pueden decir” y dijo no estar dispuesto a “bancarse imputaciones” como que la Policía Federal les facilita las armas a los violentos o que los encubre. “Hay que demostrarlo”, advirtió.