Desde Montevideo

Mientras Diego Maradona desafiaba a los periodistas con groserías impropias de su cargo por las supuestas críticas recibidas durante su gestión, Juan Sebastián Verón, uno de los referentes de la Selección Argentina, formulaba una tremenda autocrítica apenas segundos después de conseguida la clasificación para el Mundial. “Se hizo todo mal”, aseguró el volante de Estudiantes en su profundo análisis. Tal vez esas dos posturas tan radicales marquen la realidad del equipo argentino, que tras 18 partidos necesitó convertir un gol a cinco minutos del final del certamen para garantizar su participación en Sudáfrica.

“Que la chupen, mámenla”, le gritaba al mundo Maradona apenas concluido el partido, sacando desde adentro toda la bronca que tenía acumulada. Pero lo más grave es que ya más reflexivo, durante la conferencia de prensa, redobló la apuesta. “A los que no creían o no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen, que la sigan chupando. Yo soy blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida”, remarcó Maradona, que incluso tuvo un cruce con un periodista. “Vos la tenés adentro”, le dijo cuando el cronista le quiso formular una pregunta. “Para los que no creyeron en la Selección, a los que me trataron a mí como una basura, hoy estamos adentro. Sin ayuda de nadie, con todos los honores, ganándole a un gran equipo como el uruguayo, que se jugó la vida en todo momento”, insistió Maradona, que se despidió con otra grosería: “Ustedes que me trataron como me trataron... sigan mamando. Dalma y Gianinna iban diciéndome quién me pegaba, quién no me pegaba, quién era más hijo de p..., quién menos hijo de p...”.

Pero mientras Maradona se descargaba a su gusto, Verón formulaba una autocrítica fuera de lo común para estos tiempos. “No fue festejo. Argentina no tiene que festejar la clasificación. Lo del final es un desahogo por lograr el objetivo. No hay que festejar, hay que mejorar”, remarcó el volante, que siguió con su pensamiento. “Todo se hizo mal, desde arriba hacia abajo. El análisis tiene que ir muy por dentro, desde el presidente de la AFA hasta el último jugador de esta eliminatoria, para que Argentina nos haga divertir y no nos haga sufrir”, sentenció el volante, que remarcó que no hay que dejar pasar esta oportunidad. “En este momento de euforia no hay que esconder las cosas debajo de la alfombra y por eso ahora hay que hacer una profunda autocrítica”, señaló Verón. Cuando a Maradona le comentaron esas declaraciones, lo único que atinó a decir fue que “Verón quiere ser presidente de Estudiantes”.

“¿Qué van a decir ahora los periodistas?”, se preguntó Julio Grondona en sintonía con Maradona. “Hay que agradecerles a nuestras familias por aguantar las cosas que dijeron personajes nefastos del periodismo deportivo”, apuntó filoso. “No pienso en cambios, lo que no quita que tanto Diego como todos nosotros no podamos mejorar las cosas”, dijo, pero suena Antonio Mohamed como ayudante de campo.

El héroe de la noche, Mario Bolatti, admitió no tener “palabras para describir lo que siento en este momento, hacer un gol tan importante, que significa llegar a un Mundial. Era la primera pelota que tocaba, por suerte la acomodé y pude patear”. Y la otra figura del equipo argentino, Martín Demichelis, aceptó que “no se jugó de la mejor manera, pero el partido era demasiado trascendental”

En el campo uruguayo predominaba la resignación. “A todos nos costó hablarnos en el vestuario”, reconoció el entrenador Oscar Tabárez. “No supimos aprovechar las chances que tuvimos cuando Argentina no podía agarrar la pelota”, apuntó el delantero Diego Forlán. “De todas maneras, tenemos muchas chances en el repechaje. Uruguay jugará contra Costa Rica, que empató 2-2 con Estados Unidos, dándole la clasificación a Honduras, que venció 1-0 a El Salvador.