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Con muy buena voluntad se puede intentar la búsqueda de algunos aspectos para destacar de la Selección. Se puede buscar, lo que no quiere decir que se encuentre demasiado. Se pueden rescatar los dos excelentes pases que metió Messi, uno para Lavezzi en el primer tiempo y otro para Agüero en el segundo, pero esas dos jugadas terminan opacadas por las veces que el crack del Barcelona perdió la pelota en el intento de gambetear a medio equipo rival o la falta de precisión en un tiro libre ejecutado al cielo desde el ángulo del área.

Se puede rescatar la predisposición para conseguir la pelota de Tevez, siempre listo para la lucha, pero poco efectivo a la hora de definir. Alguna vez en la Selección, para congraciarse con Menotti, Houseman le señaló que estaba tirándose a los pies de los marcadores rivales cuando se iban por su lateral. Menotti lo frenó en seco: “No gaste energías innecesariamente, René, guárdelas para lo que usted más sabe”. Un consejo que viene al caso para el llamado “jugador del pueblo”.

Se pueden rescatar algunas situaciones de gol, superadas en cantidad y en calidad por las llegadas que produjeron los colombianos y entonces por ahí tampoco se encuentra mucho.

Se puede rescatar la audacia para meter cuatro delanteros e ir a buscar el resultado, pero si pasa (como era casi lógico) que los cuatro se enciman, se superpone y terminan facilitando la tarea defensiva de los rivales, nada de eso sirve de mucho.

Se puede rescatar que el equipo va invicto, pero eso suena a un consuelo muy mezquino si se considera que la Copa América se juega acá y que los rivales no son equipos invencibles.

¿Y entonces? ¿Qué se rescata? Sólo la actuación del arquero Sergio Romero, indudablemente la figura de la cancha. Se mostró seguro, sólido en el juego aéreo, decidido a la hora de salir a anticipar o adivinar que van a meter una pelota en cortada a un rival. Debajo de los palos realizó cuatro tapadas excelentes. Con eso le sobró para colocarse en la consideración de cualquier crítica muy por encima de todos sus compañeros. La Selección encontró hace rato un arquero. Sigue buscando un equipo.