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El seleccionado argentino no encontró el rumbo todavía en la Copa América, sino que está buscando una identidad. En ese sentido, Sergio Batista dio un paso importante al renunciar a lo que tenía planificado y no funcionó ante Bolivia ni Colombia, ya que el cambio le dio otra potencia ofensiva y la trascendental victoria sobre Costa Rica seguramente fortaleció el carácter del equipo de cara a la segunda ronda.

Si bien hubo una mejoría, no hay que perder de vista que se impuso a un adversario cuyo potencial es mucho más bajo. Así y todo, resultó evidente que el armador del equipo, Lionel Messi, se sintió más cómodo teniendo cerca a Fernando Gago, y que los ingresos de Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Angel Di María fueron claves para lograr el desequilibrio que estaba faltando en los últimos metros.

Sin embargo, será fundamental para que Argentina gane esta copa solidificar el trabajo defensivo, así como encontrar una identidad propia. Fue un error haber pretendido jugar como el Barcelona. Barcelona hay uno solo y a esta altura quedó demostrado. Cada plantel es único, por lo que necesita explotar sus virtudes y Argentina tendrá que ir resolviendo problemas ajenos y propios si quiere levantar el preciado trofeo.

* DT de Arsenal.