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Se vienen cambios, más allá de los resultados deportivos. El encuentro de anoche ante el Santos significó el último para varios de los jugadores. Es que el plantel de Boca, que ayer quedó licenciado hasta el 17 de julio, tendrá una renovación importante para el segundo semestre del año debido a las ventas y a las compras que realizará la institución. Los nombres que suenan para reforzar al equipo de Carlos Bianchi son los colombianos Mauricio Molina, Pedro Amaranto Perea y John Jairo Restrepo, todos futbolistas de Independiente Medellín.
El de anoche fue el último partido de Marcelo Delgado, que ya fue transferido al Cruz Azul de México en 2.400.000 dólares. Además, en las próximas horas se concretarán las ventas Gustavo Pinto, al Maccabi Haifa de Israel, y de Héctor Bracamonte, al Torpedo de Rusia, aunque en las últimas horas se sumó el interés del Monterrey. Una posibilidad para que el actual campeón mexicano, dirigido por Daniel Passarella, se quede con el delantero es mediante un trueque por Walter Erviti. Por el momento, la operación parece complicada.
Otras negociaciones que se llevarán adelante en los próximos días apuntan a Rosario. Por un lado, Boca volverá a la carga por el volante de Newell’s Leonardo Ponzio, un jugador que ya estuvo cerca de sumarse en el verano al equipo de Bianchi. El otro futbolista al que le apunta la dirigencia es Daniel Díaz, el zaguero de Central. Independientemente de que se concreten esas incorporaciones, muchos de los actuales integrantes del plantel o cedidos a préstamo en otras instituciones, dejarán de pertenecer al club. En la actualidad, el grupo que dirige Bianchi cuenta con más de cuarenta profesionales y la idea del técnico es reducirlo a no más de 25.