DEPORTES › DENTRO DE UN PANORAMA SIN GRANDES ACTUACIONES
El Mellizo se convirtió en el destacado
Por Ariel Greco
Las actuaciones individuales de Boca fueron una clara pauta de lo que mostró el equipo en la cancha. No hubo grandes destacados, como tampoco estridentes aplausos, salvo el caso de Antonio Barijho, que fue por mucho el punto más flojo del conjunto. Por personalidad y juego, Guillermo Barros Schelotto (7) se mostró como el hombre más peligroso de Boca. Encaró siempre, generó muchas faltas y de sus centros nacieron las acciones más incisivas del equipo local.
A los del fondo, Schiavi (6) y Burdisso (7), resultó muy difícil evaluarlos porque ante un equipo que renunció totalmente a atacar casi nunca se vieron forzados a su función específica de defender. Se limitaron a empujar al equipo hacia adelante y a provocar acciones de riesgo en el arco contrario a través del juego aéreo.
Los dos laterales, Rodríguez (6) y Alvarez (6), mostraron una tendencia a subir casi permanentemente. Sin embargo, no siempre eligieron con claridad y terminaron no siendo muy gravitantes. El juvenil tuvo una chance muy clara, pero su cabezazo salió mordido.
En la mitad de la cancha tampoco se destacó una gran actuación, aunque Ledesma (6) dejó en claro que no le pesó la responsabilidad de jugar una final. Tuvo actitud para pedir la pelota, y transformarse en la salida del equipo por el sector derecho. Lo de Villarreal (6) fue muy prolijo; cortó y distribuyó con acierto, más allá de su limitada actuación ofensiva. También discreto resultó lo de Cagna (5), que fue ordenado para pararse en su zona pero no resultó un arma peligrosa en función de lo que necesitaba Boca.
Iarley (5) arrancó con movilidad y muchas ganas, por ese motivo fue de lo mejor en el comienzo, pero entre tantas piernas rivales y su propia ansiedad terminó apagándose sin concretar una gran actuación.
El punto más bajo terminó siendo Barijho (4), que nunca le encontró la vuelta a lo que proponía el partido. Sin espacios, acorralado por los dos centrales colombianos, chocó más de lo que jugó y también tuvo problemas para asociarse en el circuito ofensivo. El ingreso de Franco Cangele amagó con darle algo de chispa a Boca, pero se quedó solo en los amagues. Nunca terminó de definir una jugada, lo que provocó el enojo de los hinchas.
En este equipo falta el arquero. Abbondanzieri (6) casi no tuvo trabajo, apenas tocó un tiro libre en forma de centro que alcanzó a rozar antes de que pegara en el travesaño.