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El MVP que no fue
Faltaban siete segundos para el final y Emanuel Ginóbili debía lanzar dos tiros libres, aunque el título de la NBA ya era para San Antonio. Entonces, desde la tribuna del SBC Center bajaba un sólo grito: “MVP, MVP”, la sigla que significa el jugador más valioso de la serie. Además del título, los hinchas de los Spurs pretendían que el número 20 obtuviera esa distinción. Y lo más llamativo es que cuando el comisionado de la NBA, David Stern, anunció a Tim Duncan como el elegido, en el estadio se escucharon algunos abucheos. Lejos de la bronca de sus fanáticos, Ginóbili asumió con humildad y naturalidad no haber sido escogido. “Está bien que hayan elegido a Duncan. Lo hace gente que conoce el juego y estudia mucho, por algo lo eligieron”, expresó el bahiense, que fue más allá con los elogios a su compañero, tres veces ganador de este premio. “Cuando el partido estaba muy complicado, él cargó al equipo y lo llevó para adelante. Es el mejor”, remarcó Ginóbili. Lo cierto es que la elección del MVP se cierra cinco minutos antes del final del partido, cuando los periodistas votan por un jugador de cada equipo. Hasta ese momento, el argentino llevaba 14 puntos y todavía faltaba para que comandara esa ráfaga de nueve tantos, con un triple, una bandeja y cuatro tiros libres que sentenciaron el juego. Quizá, si la votación era en ese instante, el elegido hubiese sido otro.