DEPORTES › FURIOSOS POR LOS DOS GOLES ANULADOS
Pateando la puerta del árbitro
El árbitro inglés Graham Poll, que anuló dos goles a Italia en la derrota del equipo azzurro 2-1 ante Croacia, se convirtió en el blanco de la ira peninsular, que deja al conjunto lejos de la clasificación a la segunda fase. Italia ganaba 1-0 con gol de Christian Vieri, Croacia lo dio vuelta en cinco minutos con tantos de Olic y Rapaic, y la actuación de Poll pasó a ser el centro de la discusión.
“En cuatro mundiales y 14 años de carrera en la selección jamás vi dos errores de este nivel y más en un partido tan importante”, protestó el capitán italiano Paolo Maldini, que igualó ayer el record del alemán Uwe Seeler, al jugar los 21 partidos que ha disputado en un Mundial desde el primero al último minuto. “Es un juez de línea de pueblo”, dijo Vieri sobre el danés Jens Larsen, quien ordenó anular los dos goles.
El entrenador italiano, Giovanni Trapattoni, se mostró disconforme con la actuación de la terna arbitral y consideró que “al menos uno o inclusive ambos goles” fueron válidos. “Son cosas que pasan, pero en mi opinión, uno o inclusive los dos goles fueron válidos. Creo que un empate hubiera sido el resultado más justo”, aseveró Trapattoni. “Esto ocurrió delante de los ojos de (Joseph) Blatter, pero yo no soy dirigente”, opinó el entrenador. Antonio Mattarrese, el titular de la Federación Italiana (FIGC), perdió su lugar en el Comité Ejecutivo de la FIFA hace diez días, cuando Blatter ganó su reelección y condenó al dirigente italiano al destierro político. La FIGC no protestará el arbitraje. “Si consideramos que debemos decir algo lo diremos en la sede oportuna”, afirmó un vocero
Trapattoni aseguró que las imágenes de televisión demostraron que los goles anulados a Christian Vieri, por offside a los 55 minutos, y a Marco Materazzi, por una supuesta infracción de Filippo Inzaghi, en el primer minuto de descuento, fueron válidos. Pero el jefe de la delegación italiana, Raffaele Ranucci, admitió que fue al vestuario del árbitro inglés.
“Para mí –se quejó Francesco Totti– fueron dos errores clamorosos. Fui a protestarle al árbitro cuando terminó el partido pero ya no había nada que hacer.” Antes del partido, los italianos hablaban del “tridente” que supuestamente formarían Totti, Inzaghi y Vieri, pero Trapattoni optó por no incluir desde el arranque a Inzaghi, recién recuperado de una lesión, y puso a Doni, cuyo aporte fue mínimo. Totti estuvo, pero durante muchos pasajes fue como si no jugara.
“Fue un partido a matar o morir contra un duro equipo italiano –dijo el técnico croata, Mirko Jozic–. Estoy contento porque los jugadores hicieron lo que les había pedido.”