El regreso a los primeros planos de Cañas en el circuito no pasó inadvertido entre muchos de sus colegas. El croata Ivan Ljubicic fue el primero en disparar contra el argentino y remontó la suspensión de 15 meses por doping positivo. “Que le den una invitación a un torneo a un jugador que fue sancionado por doping es como que le pongan un arma a una persona que sale de prisión”, había asegurado Ljubicic, presidente del Consejo de jugadores de la ATP, tras caer ante el de Tapiales en las semifinales de Miami. “Me pareció que dijo eso porque estaba caliente. Yo no tengo ningún tipo de relación con él. Lo tomo como de quien viene”, recalcó Cañas. Otro de los tenistas en entrar en polémica fue el sueco Robin Soderling en la previa de la serie de Copa Davis. “La cancha es muy rápida. No le va a ayudar tomar nada porque no va a ver la pelota”, había señalado el primer singlista de Suecia. “Me dio la impresión de que intentó hacerse el piola y le salió mal. Todavía es muy joven. Pero fueron dos cosas diferentes. Lo de Soderling fue un chiste. Igual estoy muy contento de lo que hice, lo que hago y lo que voy a seguir haciendo”, aclaró Cañas.