Su currículum llena unas doce carillas, en un largo listado de cargos y publicaciones sin agregados descriptivos. “Hemos vivido mucho tiempo, Andrew”, fue su comentario aclaratorio ante mi sorpresa. La doctora Maxine Molineux, inglesa, hija de un ingeniero aeronáutico, nació en Paquistán, y no pisó el Reino Unido hasta los nueve años. Nos conocimos en Montevideo, en 1963, ella adolescente aún, próxima a terminar sus estudios secundarios en esa capital. Estuvo en Buenos Aires. Regresó en 1971, durante el gobierno del general Alejandro Lanusse, como corresponsal viajera de la revista del diario conservador The Daily Telegraph de Londres. El periodismo no le cayó bien y se dedicó a una carrera académica. Es profesora de sociología y desde el 1º de septiembre directora del Instituto de Estudios de las Américas (IAS).

Ese listado impresionante de éxitos en una hoja de vida refleja su paso por universidades en el Reino Unido, en España, en otros países de Europa y más allá, como ser en la Universidad de El Cairo, y en centros universitarios de América Central, Canadá, y de otros países. Más recientemente se ha concentrado en estudios de género. Parece coleccionar títulos honorarios, técnicos y académicos, y acumula registros como autora de artículos sesudos y libros de referencia.

Ha sido asesora de empresas internacionales, consultora de corporaciones, conferenciante ante políticos y círculos diplomáticos, y casi inevitablemente, referente del Foreign Office, en Londres. Y siempre, siempre, ha marcado su territorio como férrea intelectual de la izquierda británica. Ah, y además, es amiga desde ese primer encuentro en Montevideo en 1963. La amistad es la razón fundamental de un largo diálogo. Ahora, como directora de uno de los principales think tanks británicos para América latina, era importante conocer su visión profesional.