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El dólar volvió a subir, afectado por la corrida financiera en Brasil y la incertidumbre de los operadores ante la falta de acuerdo entre el gobierno de Eduardo Duhalde y el Fondo Monetario en vísperas de nuevos vencimientos de la deuda. La moneda estadounidense cerró ayer a 3,70 pesos para la venta en el segmento libre, dos centavos más que el día anterior. El otro dato relevante de la jornada fue la fuerte demanda de dólares por parte de los bancos y de las empresas: 58,2 millones de dólares, el doble que lo habitual en las últimas semanas de estabilidad cambiaria. La suba del dólar preocupa al equipo económico, ante el inminente levantamiento parcial del corralón. Y ya están evaluando distintas medidas para quitarle presión al mercado cambiario.
En contraste con la agitación en el mercado cambiario, el Banco Central colocó Letras a tasas de interés similares, e incluso más bajas que la semana pasada. En la licitación de Lebac a 14 días, la tasa fue del 36 por ciento anual, similar a la última operación. En el tramo a 28 días, fue del 45 por ciento anual, frente al 47,3 del último jueves. Sólo se notó una tenue alza, de un punto, en la colocación de Letras a 56 días: de 58 a 59 por ciento anual. El resultado de las Lebac fue una buena noticia para el Gobierno, ya que, además de mantener las tasas, cuando muchos analistas de la city pronosticaban aumentos importantes, logró emitir más títulos que lo previsto originalmente.
Este desenlace favorable no impidió que se generara preocupación en el equipo económico. Los funcionarios temen que el cimbronazo en las expectativas de los grandes operadores se prolongue hasta la semana próxima, cuando comience la devolución de los depósitos reprogramados de hasta 7000 pesos. Según estimaciones del propio ministro de Economía, esos 640 mil ahorristas estarán en condiciones de llevarse a su casa 1400 millones de pesos. El miedo en los despachos oficiales es que esa masa de dinero termine presionando sobre el tipo de cambio, en vez de quedarse en los propios bancos constituyendo nuevos plazos fijos o destinándose a la adquisición de bienes de consumo.
Frente a esta situación, en Economía y en el Banco Central están diseñando una estrategia para contrarrestar una mayor presión sobre el dólar. Por un lado, negocian con las empresas petroleras un incremento en la liquidación de divisas por sus exportaciones. Hasta ahora, a estas compañías se les permite traer a la Argentina sólo el 30 por ciento de sus ventas al extranjero, y la intención es que esa proporción sea elevada (ver nota aparte). Otra medida en estudio es la eliminación del mercado “por cuenta y orden del BCRA”, por el cual la entidad monetaria abastece de dólares a los minoristas a un precio inferior al del segmento libre. Ayer, el dólar oficial terminó en 3,61 pesos para la venta, 9 centavos por debajo del libre, y el Central distribuyó 2,8 millones entre los bancos y las casas de cambio adheridos. Si bien el monto aparece como poco significativo, la idea de los funcionarios es restringir al máximo la salida de reservas del Central. En diálogo con este diario, un estrecho colaborador de Lavagna admitió que se estudia una tercera medida: elevar el monto y las tasas de interés que rinden las Lebac, con el objetivo de desviar la atención sobre el dólar.