ECONOMíA › SE SIGUE DEMORANDO LA ELABORACION DEL PRESUPUESTO 2002
La odisea de cerrar las cuentas
El secretario de Hacienda aseguró que el Fondo de Incentivo Docente no se incluirá en el Presupuesto, al tiempo que adelantó que de la deuda pública se incluirá el pago de intereses de la Fase I.
El Gobierno se tomará por lo menos dos semanas más para redactar el proyecto de Presupuesto 2002. La demora obedece a que en Economía tienen más de un problema para terminar de darle forma a la iniciativa. Por un lado, les resulta complicado estimar los ingresos fiscales para el año en medio de un clima de absoluta incertidumbre. Pero también necesitan tiempo para la negociación política, dado que el ajuste de gastos que finalmente se impondría genera fuertes resistencias. La prueba la tuvo ayer el secretario de Hacienda, Oscar Lamberto, cuando dijo que “el Fondo de Incentivo Docente se termina”, provocando la inmediata reacción de los gremios del sector, que amenazan con no iniciar las clases (ver página 8). El Ministerio de Educación también hizo saber su disgusto con el planteo del funcionario de Economía.
“El proyecto todavía no está terminado, porque queremos hacer un presupuesto serio y cumplible”, manifestó Lamberto, al admitir que la propuesta oficial llegará al Congreso “a fines de este mes o principios del que viene”. Una misión técnica del Fondo Monetario, con especialistas en la elaboración de presupuestos, llegará hoy a Buenos Aires para ayudar a los hombres de Hacienda en su confección. Sin embargo, más que la colaboración técnica, el mayor interés del organismo es fiscalizar cómo se prepara el proyecto.
Desde Washington repiten que Argentina debe olvidarse de cualquier auxilio financiero antes de presentar un plan “sustentable”. Un capítulo esencial de ese plan quedará plasmado en el presupuesto. Allí se verá cómo piensa manejar la administración Duhalde la política fiscal. Antes de que la iniciativa llegue a los legisladores, el FMI envía a sus hombres para que den sus consejos de cómo deberían ser las cosas. El Gobierno necesita la aprobación del Fondo porque toda la estructura del plan de salida de la convertibilidad descansa en el supuesto de que el organismo dará un megapréstamo por 20 mil millones de dólares.
Lamberto dio apenas algunos indicios sobre las características que tendrá el proyecto. Dijo que se trabaja con la hipótesis de que la economía registrará otro año de caída, pero que aún no finalizó el cálculo sobre el porcentaje que tendría la contracción. Respecto a los compromisos internacionales, sostuvo que “figurará el pago a los organismos internacionales de crédito y probablemente el pago de la Fase 1 del canje de deuda”. Este punto es de especial importancia, puesto que en principio el Gobierno respetaría la operación realizada por Domingo Cavallo con bancos y AFJP. Lamberto no dio precisiones porque el tema aún se discute en Economía y se negocia con el FMI. También existe la presión del Congreso para que se negocie con bancos y AFJP una moratoria por dos años en el pago de los intereses, que, supuestamente, deberían comenzar en abril próximo.
El otro punto que mencionó Lamberto, pero en este caso más rotundamente, fue que “el Fondo de Incentivo Docente se termina porque se termina la ley”. “En primer lugar tenemos que ver cómo afrontamos el pago de la deuda (del incentivo 2001), porque no tiene sentido comprometerse a nuevos pagos cuando todavía no se pagó lo del año pasado”, concluyó. Frente a esto, el secretario de Educación, Ricardo Biazzi le dijo a Página/12 que “la ley termina en 2003, lo que no hay es financiamiento previsto. Pero en lugar de decir que termina, debemos sentarnos a conversar con los docentes para buscar alternativas de financiamiento”.