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El Gobierno decidió la pesificación total de la economía. Créditos, depósitos y contratos entre particulares pactados en dólares serán convertidos a pesos. Sin embargo, las opiniones sobre los parámetros a utilizar en ese proceso están divididas. Mientras el ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, presiona para que los bancos paguen y cobren todo uno a uno, su par de Economía, Jorge Remes Lenicov, trabaja en otro esquema. En el Palacio de Hacienda elaboran un plan para que depósitos y créditos se pesifiquen a 1,40, con un mecanismo de actualización desvinculado del dólar. También se pesificarían los créditos del canje de deuda que realizó Domingo Cavallo, en la denominada “Fase 1” de la operación, con bancos locales y AFJP.
Cerca de Remes Lenicov descreen que Eduardo Duhalde termine inclinándose por la opción de De Mendiguren. “La política económica es nuestra responsabilidad”, recuerdan con recelo. Pero aclaran que se sienten respaldados políticamente. Los créditos hipotecarios hasta 100 mil dólares, los tomados para refacción hasta 30 mil, los prendarios hasta 15 mil, los personales hasta 10 mil y los contraídos por las pymes hasta 100 mil ya fueron pesificados, a la paridad uno a uno. Y seguirán así. Para el resto, el planteo del equipo económico es tomar la paridad de 1,40, y lo mismo para el caso de los depósitos y de los contratos.
Se analiza un mecanismo de “ajuste financiero” para evitar la desvalorización, similar al que se aplica en Chile. En Economía se niegan a utilizar la palabra “indexación” para desterrar la idea de que el ajuste vaya a estar vinculado a la cotización del dólar. Será un mecanismo de actualización basado en un mix de indicadores de poder adquisitivo. Uno de ellos será el Indice de Precios al Consumidor que elabora el Indec para medir el costo de la canasta familiar. El planteo es que comenzó la difícil tarea de desandar una década de dolarización de la economía, y que de ahora en más hay que hacer que la gente deje de pensar en términos de dólar.
Por ello, la sugerencia de De Mendiguren de emitir un bono dolarizado para cubrir los 40 centavos de diferencia entre el uno a uno en que se devolverían los depósitos y la cotización del dólar oficial es cuestionada desde Economía. No sólo por una cuestión de enfoques sobre cómo encarar la pesificación, sino además porque vuelve a atar a la economía a una cláusula de indexación en base al dólar.
Por otra parte, funcionarios de Economía hicieron saber a bancos y AFJP que se estudia la pesificación de los créditos del canje de deuda, a la paridad de 1,40. Los bancos todavía no dieron una respuesta conjunta, dado que cada uno está analizando cómo impacta esa medida sobre su balance. A la vez, la pesificación del canje –que también involucra a los demás participantes de la operación, como Fondos Comunes de Inversión, compañías de seguros y ahorristas particulares– está vinculada a otra negociación: a partir de cuándo y con qué tasa se pagará esa deuda. El Gobierno discutirá ese tema en las próximas semanas. Los intereses deberían comenzar a saldarse en abril próximo, a una tasa del 7 por ciento anual, pero ahora todo está bajo revisión.