ECONOMíA › SIGUE LA RONDA DE CACEROLAZOS CONTRA LOS BANCOS
También la protesta fue con llaves
Cacerolas, llaves o lo que esté a mano: todo sirve para protestar contra el corralito. Ayer la bronca se expresó en cacerolazos contra los bancos en Mataderos y Castelar. Tribunales fue escenario de otra protesta: quienes sacaron créditos que no fueron pesificados con la paridad 1 a 1 hicieron sonar allí sus llaveros.
Cerca del mediodía, el barrio de Mataderos estalló. En una movida similar a la que la semana pasada reunió a los vecinos de Liniers y de Flores, unos 200 comerciantes y vecinos realizaron un cacerolazo para pedir el fin del corralito. La marcha partió de la esquina de Juan Bautista Alberdi y Cafayate para continuar por la avenida a lo largo del centro comercial.
Tras un cartel que decía “Acorralados por la patria financiera”, los dueños de negocios hablaban de la retracción en las ventas, originadas por el nuevo sistema. Una mujer vociferaba indignada que su hijo, despedido, había recibido una indemnización que también quedó atrapada.
En la otra punta de la ciudad y a media tarde, decenas de deudores de préstamos inmobiliarios privados realizaron un “llaverazo”. Fue frente al Palacio de Tribunales para exigir la pesificación uno a uno de sus créditos. Los participantes hicieron sonar llaves, aunque no se olvidaron de las cacerolas, y reclamaron una solución para los préstamos que tomaron con el objetivo de adquirir o refaccionar sus viviendas.
Los “no pesificados” obtuvieron sus créditos en dólares con inmobiliarias u otras entidades privadas no bancarias y quedaron afuera de las medidas económicas que convierten en peso, con la paridad del uno a uno, sus deudas. Luego presentaron su propuesta en el Ministerio de Economía a la espera de una respuesta favorable.
“Pedimos que se mantengan las cuotas uno a uno hasta que se resuelva la situación”, dijo Leticia Fernández, una de las participantes. Además, exigió que “se bajen las tasas que son sumamente usureras y que se suspendan todas las ejecuciones para que nadie corra el riesgo de perder su casa”.