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El Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados que lidera Raúl Castells concurrió ayer a la sede de Cáritas para entrevistarse con la mesa coordinadora del “diálogo argentino” y presentó allí “reclamos puntuales” que tienen que ver “con la falta de comida, puestos de trabajo y el pedido de libertad para los detenidos por protestas sociales”, incluido entre ellos al propio Castells. Nina Peloso, hablando en nombre de la delegación, aseguró que “hemos venido hasta aquí porque estamos abiertos al diálogo y nos parece positivo dialogar, pero la gente no puede seguir esperando” y anunció que si hasta el miércoles no surgen soluciones concretas, ese día “se cortarán las rutas y los accesos a la capital”. Del encuentro participaron los obispos Jorge Casaretto, Ramón Staffolani y Juan Carlos Maccarone, el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, y el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), embajador Carmelo Angulo.
Castells, quien cumple arresto domiciliario debido a un juicio que se le inició por acciones de protesta social, pudo asistir en persona a la reunión de Cáritas gracias a una gestión hecha por la mesa coordinadora del “diálogo argentino” ante la Justicia y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que lo autorizaron por dos horas. Se supo que en el transcurso de la reunión con Castells el representante de Naciones Unidas planteó el punto de vista del organismo internacional contrario a la “judicialización” y “criminalización” de la protesta social. Juan Pablo Cafiero también adhirió a ese criterio, el mismo que había adelantado el año pasado cuando formaba parte del gabinete de Fernando de la Rúa.
Por la mañana, después de una reunión informativa con los embajadores de la Comunidad Europea, el embajador de España, Manuel Alabart, planteó que los países europeos “pueden aportar una ayuda que sea eficaz” a la Argentina, pero condicionó esa ayuda a que el gobierno “tome medidas coherentes y realistas”.
Las reuniones del “diálogo argentino” continuaron ayer con encuentros con la Mesa Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas, la Federación Argentina de Microempresas y la Sociedad Rural Argentina. Fuentes de la mesa coordinadora dijeron que, concluido el cuarto día de conversaciones, existe un general “reconocimiento del ámbito como el único posible y como alternativa a la anarquía”. Se señaló también que, si bien todos los interlocutores “perciben la necesidad de un ámbito de esta naturaleza y asumen las responsabilidades en la crisis”, todavía “no aparecieron los gestos, las acciones concretas, que en consonancia con esa asunción de responsabilidades se transformen en aportes para superar la situación”. Esta es una de las preocupaciones que hoy enfrentan los promotores del diálogo. La otra está directamente vinculada con la respuesta a las urgentes demandas de la gente. Sobre este último aspecto tanto los obispos como los representantes de Naciones Unidas han dejado en claro que esas iniciativas le corresponden al Gobierno que ya comenzó a implementar algunas medidas.
Los encuentros del día de hoy se iniciarán con un desayuno de trabajo entre los obispos y los representantes locales del FMI y el Banco Mundial. La reunión tendrá carácter informativo y no habrá allí delegados del Gobierno, dado que “existen otros canales a través de los cuales se canaliza el diálogo entre el Gobierno y el FMI”, se señaló. Una de las reuniones más importantes de la fecha será la que se realice con las autoridades del Partido Justicialista, con la presencia anunciada de Eduardo Menem, Eduardo Bauzá y Rubén Marín. También llegarán a la sede de Cáritas una delegación de Ctera, encabezada por Marta Maffei, Manuel Sacerdote por el Consejo Empresario, Osvaldo Cornide de CAME y una delegación de Acción por la República, presidida por Grancelli Cha.