EL PAíS › LOS DESOCUPADOS DE LA MATANZA SE MOVILIZAN A PLAZA DE MAYO
La hora de unir piquetes y cacerolas
D’Elía convoca a una marcha que sale el domingo a la noche hacia Capital. Busca apoyo de las asambleas barriales porteñas.
Por Laura Vales
Los desocupados de La Matanza van a volver a caminar hasta la Plaza de Mayo en reclamo de trabajo. Como lo hicieron hace un año, cuando llegaron por primera vez a la Capital, saldrán de noche desde el conurbano para estar frente a la Casa de Gobierno a la tarde del día siguiente. La marcha piquetera partirá desde la Ruta 3 el próximo domingo. Para los matanceros será como cerrar un ciclo: si hace once meses avanzaron por la avenida Rivadavia en medio de fuertes críticas sobre la legitimidad de los cortes de ruta, esta marcha viene antecedida por conversaciones con asambleas barriales.
Los desocupados –al igual que los autoconvocados que hicieron contacto con ellos– quieren encontrar alguna fórmula que les permita unificar en un solo reclamo piquetes y cacerolas. El acercamiento está en sus primeros pasos, con cruces de llamados e invitaciones mutuas.
Los vecinos de Liniers, que la semana pasada organizaron el corralito humano a los bancos, abrieron el diálogo con la Federación de Tierra y Vivienda que preside Luis D’Elía para sondear las posibilidades de coincidir en alguna actividad futura. Los desocupados les plantearon que están preparando la movilización del domingo y propusieron encontrarse en el camino.
“Creemos que debemos apoyar esa marcha, absolutamente”, dijo ayer a Página/12 Eduardo Slutzky, de los vecinos de Liniers. “Trabajamos convencidos de que en algún punto tenemos que converger, porque el problema de los piqueteros es el mismo que el nuestro y aun mucho más grave.”
Hay otras conversaciones abiertas y una serie de encuentros con foros de comerciantes previstos para la semana. Los piqueteros buscarán así sumar apoyos en momentos en que atraviesan una situación complicada, porque por peleas internas la mesa de conducción a nivel nacional se partió en dos. Ahora, de un lado están la Federación de Tierra y Vivienda (que integra la CTA) junto a la Corriente Clasista y Combativa, y del otro los piqueteros del Polo Obrero, el Movimiento Teresa Rodríguez y el Aníbal Verón.
Cada sector está saliendo a reclamar por separado y en las últimas semanas se han escuchado incluso acusaciones cruzadas.
A esta situación difícil en La Matanza se suman otros problemas puntuales: tanto la Nación como la provincia de Buenos Aires están retrasadas en el pago de los planes de empleo, los beneficiarios a quienes se les vencieron sus programas en diciembre quedaron en el aire y todavía no está claro si va a concretarse la promesa de destinar un millón de pesos a subsidios para jefes de hogar sin trabajo o sólo habrá 300 mil para todo el país.
Los que marcharán a la Capital son dos organizaciones: la Federación de Tierra y Vivienda de D’Elía y los desocupados de la Corriente Clasista y Combativa que encabeza Juan Carlos Alderete. El primer grupo ya definió que empezará a caminar a las nueve de la noche del domingo desde la Ruta 3, mientras que dentro de las CCC cada barrio todavía tiene que votar cómo lo harán.
El sábado, los desocupados de este último grupo empezaron a debatir el tema y en algunos asentamientos se planteó cierto temor a volver a la Plaza, básicamente por la posibilidad de que se genere algún tipo de represión. Los desocupados de la Corriente están especialmente sensibilizados por los incidentes ocurridos en el Mercado Central la semana pasada, cuando un pedido de comida terminó en un enfrentamiento con los changarines. Un militante de las CCC fue ese día atropellado por un automóvil mientras escapaba y sigue internado en estado grave. El episodio, donde jugó muy fuertemente la interna del PJ dentro del Mercado Central, todavía no terminó de ser digerido por los piqueteros, a quienes seguramente se verá movilizarse con mayores medidas de seguridad que en las últimas oportunidades. Como pasó durante todo el año pasado, es muy probable que a la movilización también se sumen los estatales de ATE y los gremios docentes, que en la provincia de Buenos Aires están especialmente afectados por el nuevo ajuste. La semana pasada, la gobernación envió a la Legislatura un proyecto de reforma educativa para modificar el régimen de licencias de los docentes junto con otros cambios que afectarán el ingreso de los maestros.
Si conseguirán o no la solidaridad de los vecinos autoconvocados es un tema difícil de prever. En La Matanza piensan que la cuestión se verá recién a medida que la marcha de desocupados avance por la avenida Rivadavia. Cuando hicieron la primera movilización, los aplausos desde los balcones se convirtieron en la sorpresa del día; la expectativa de hoy, por supuesto, es que esa misma gente se sume a la caminata.