La incertidumbre sobre el alcance de la crisis internacional estimuló ayer la compra conservadora de dólares en la plaza local. Por eso la divisa avanzó otro centavo para la venta al público y en agencias del microcentro se ofreció hasta 3,09 pesos. Sin un horizonte claro para el escenario mundial, los inversores institucionales y privados privilegian la liquidez en sus carteras. El MerVal subió 0,6 por ciento y los bonos que no pudieron recuperarse esperan hoy una nueva licitación de recompra. Los exportadores liquidan paulatinamente el remanente de la cosecha gruesa que no pudo ser colocado durante el paro agropecuario, aunque es insuficiente para equilibrar el mercado. El Banco Central se mantuvo al margen de la operatoria de “contado” y realizó algunas ventas en el segmento de futuros con intención de influir en la decisión de las entidades privadas. Los industriales, en tanto, prefieren no ilusionarse con un alza del dólar, a pesar de que desde la dependencia que atiende sus inquietudes, que conduce Fernando Fraguío, estiman que “en poco tiempo se volverá a un tipo de cambio más competitivo”.

Desde el inicio, el dólar siguió demandando y los exportadores de granos no estuvieron tan presentes como en la jornada previa para equilibrar el mercado. Asimismo, el Central no intervino y sus reservas se replegaron a 47.067 millones de dólares. El resultado fue un aumento en la cotización de la divisa estadounidense de más de un centavo y medio en el segmento mayorista: finalizó en 3,075 pesos, su nivel más alto de los últimos tres meses. El alza se replicó al público, donde se reacomodó un centavo, a 3,08 pesos, aunque fuera del promedio en algunas casas de cambio se pidió hasta 3,09. El volumen de negocios fue de 470 millones de dólares.

Desde el lado de la oferta hubo poca participación de los exportadores, a pesar de ser el precio más alto del mes, y eso le quitó liquidez al mercado. “La única diferencia con la rueda anterior es que no hubo tanta presencia de los cerealeros, pero el movimiento de la divisa fue normal y sigue dentro del rango, que estimamos entre 3,05 y 3,10”, explicó a este diario Germán Berkopec, analista de Puente Hermanos. Este operador descartó que el Central esté absorbiendo dólares para hacerse de reservas previo al pago al Club de París.

En el mercado, algunos se atrevieron a hablar sobre “un nuevo escenario para el tipo de cambio con un ‘piso’ por encima de los 3,04 pesos de la semana pasada”. Sin embargo, desde el Central descartan un nuevo esquema de administración de la divisa. “Más que un cambio de estrategia, lo que existe hasta el momento es simplemente una adaptación al escenario internacional, porque hoy las condiciones actuales son otras”, dijo a PáginaI12 un directivo del organismo monetario. La fuerte volatilidad de los mercados internacionales obligó a la entidad que dirige Martín Redrado a adoptar una estrategia “menos lineal”.

La demanda, por su parte, continúa alentada por inversores que no hallan activos con algún rendimiento positivo. Ayer, después de varias jornadas de significativas pérdidas, el índice de las acciones líderes arrojó un leve rebote de 0,6 por ciento. De todos modos, todavía le resta mucho recorrido para recuperar el 9,7 por ciento de pérdida que acumula en lo que va del mes. Los bonos, en tanto, arrojaron una rueda negativa: la emisión más representativa, el Descuento, terminó 3,2 por ciento abajo, mientras que el Par cedió 1,3. Con estos precios en la plaza, el Palacio de Hacienda buscará hoy recomprar 100 millones de pesos en Boden 2012, Boden 2103 y unidades ligadas al PIB, en pesos y en dólares.

Más allá de las especulaciones de algunos hombres de la city, la actual situación financiera internacional incrementó aún más la incertidumbre del mercado. En el Central reconocen que la hipótesis de trabajo es que el final de la crisis “no está cerca y que el horizonte es incierto”. “Aunque en nuestra economía el impacto fue menor, nos seguimos moviendo al compás de las noticias en el mundo: cuando se puede se compra y se reconstruyen reservas, y cuando es necesario fortalecer la estabilidad, se vende”, insistió la fuente del BC. Entre los analistas que rodean a Redrado reconocen que los cerealeros están a la espera de una suba en el tipo de cambio para liquidar su remanente.

Los más preocupados siguen siendo los industriales. A pesar de que desde el Gobierno se lanzaron medidas para favorecer a este sector productivo, los popes fabriles reclaman recomponer el tipo de cambio, al menos, a los valores previos al conflicto ruralista. Distintos rubros industriales, como textil, calzado y siderúrgico, presentaron en varias oportunidades esa queja al Gobierno. “Lo que hay es gente que ha manifestado su preocupación por un tipo de cambio de 3,05 pesos”, reconocieron fuentes gubernamentales. Si bien descartan que “se está dando con una mano lo que se quita con la otra”, las medidas anunciadas apuntan a los sectores que en los últimos años de dólar alto lograron ganar en competitividad. “Esto se ve mucho en ciudades del interior del país”, destacó un alto funcionario de la Secretaría de Industria.

Hasta el momento, más allá de normas destinadas a proteger el ingreso de productos del exterior a precios dumping, no recibieron respuesta al pedido de “más devaluación”. No obstante, en la cartera que conduce Fraguío reafirman que “el tipo de cambio se va a sostener en niveles competitivos”. La visita de Cristina Fernández hoy a la Unión Industrial Argentina se presenta como el preámbulo de un acercamiento.