El ministro de Economía, Carlos Fernández, presentó ayer en la Cámara de Diputados las bases del proyecto de ley del Presupuesto 2009. “En términos de políticas públicas se ratificará lo que venimos haciendo desde 2003, es decir, prudencia y solvencia fiscal”, señaló en el arranque de su presentación. El ministro destacó que el sostenimiento del superávit fiscal (3,27 por ciento del PBI) será la premisa central del modelo económico, lo que permitirá la instrumentación de diferentes políticas públicas. El funcionario señaló que el 59,1 por ciento del gasto se destinará a Servicios Sociales, un 19,7 por ciento más que el año pasado. El gasto en Infraestructura será del 15 por ciento. La inversión real directa estará en el orden de los 11.760 millones de pesos, casi un 30 por ciento más que en 2008. El titular del Palacio de Hacienda ahondó en las repercusiones que tendrá la crisis internacional en el país (ver aparte) y evitó hablar de política antiinflacionaria. No aceptó responder preguntas de los diputados.

“Seguimos apostando a un modelo de desarrollo con inclusión y una mejor distribución (de la riqueza), en la medida en que el Presupuesto lo permita”, aseveró Fernández. Su presentación fue formal, sólo se dedicó a dar cuenta de los resultados económicos del período 2003-2008 y mencionar los principales lineamientos macroeconómicos para 2009. Fernández reconoció que el crecimiento económico del próximo año será menor al del último lustro y que en esta oportunidad estará más cerca de la proyección del Presupuesto (4 por ciento).

Según Fernández, la recaudación impositiva será en 2009 de 329.537 millones de pesos (16,6 más que el año pasado). Por IVA, el Estado recaudará 90.296 millones, una diferencia del 14,7 por ciento en relación con 2008 (explicada por el aumento en el consumo, la inflación y una mayor fiscalización). Mientras que el Impuesto a las Ganancias representará 1443 millones de pesos, un 16 por ciento más que el año pasado. Los Derechos de Exportación significarán para el Estado 49.444 millones de pesos, un 4,44 por ciento del PBI.

“La inversión en infraestructura servirá para fortalecer el crecimiento económico y competitivo del país”, aseveró el ministro de Economía. Tal cual consta en el texto de elevación del proyecto de ley, la inversión pública más relevante recaerá para Transporte y Energía (8,6 por ciento del PBI) y Combustibles y Minería (7,7 por ciento). Fernández destacó que habrá fuertes inversiones en ferrocarriles pero sin mencionar el tren bala, que no aparece en el Presupuesto. “No hay una gran única obra de infraestructura”, señaló Agustín Rossi, titular del bloque K en Diputados.

Las proyecciones para las fuentes financieras ascienden a 102.137 millones de pesos y se destinarán a cubrir la amortización de deuda y la inversión financiera. Dentro de esta estrategia, el Ejecutivo decidió modificar la Carta Orgánica del Banco Nación para que esa entidad pública pueda otorgar créditos al Tesoro (para pagar deuda e inversión), sin la necesidad de contar con garantías del Ministerio de Economía. En este sentido, la deuda pública –compuesta por intereses y comisiones– representará un 10,5 por ciento de las previsiones del total de gastos, es decir 24.550 millones de pesos. “El financiamiento de la deuda es muy simple. Pagaremos con los instrumentos financieros disponibles”, afirmó Fernández.

A partir de la semana que viene comenzará en la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja el debate por el proyecto de ley. Rossi aseguró que es poco factible que se le hagan cambios. Sin embargo, los legisladores del oficialismo analizarán con detenimiento cuánto dinero va para sus provincias, con el objetivo de hacer alguna “recomendación” de cambios.

La oposición ya hizo sus críticas. Para Claudio Lozano, al reconocer una pauta de inflación del 8 por ciento, “se subestima una recaudación de por lo menos 15.000 millones de pesos”. Por su parte, el macrista Federico Pinedo señaló que el ministro “no dio ninguna idea de dónde va a sacar los fondos para pagar la deuda externa; sin esos datos, vemos un horizonte difícil”. Mientras que la socialista Silvia Augsburger aseveró que el gobierno de Hermes Binner “trabaja en un presupuesto con una estimación inflacionaria del 18 por ciento”. El peronista Jorge Sarghini, muy allegado en estas últimas horas al sector agropecuario, señaló que “la Mesa de Enlace buscará presionar para que no se aprueben los superpoderes”.