Los precios de la soja, el trigo y el maíz continuaron ayer en franco declive, en lo que constituye uno de los impactos más directos de la crisis internacional sobre la economía argentina. Las cotizaciones se encuentran todavía levemente por arriba de los niveles del año pasado. Es decir, el escenario no es de catástrofe como lo transmiten las corporaciones agropecuarias en lockout. Pero el panorama ya no es tan favorable como hace dos meses.

El estallido de la burbuja de las hipotecas de baja calidad se extendió a otros sectores que disfrutaban de un boom de precios, como los commodities. Eso se extiende al petróleo, que de haber llegado a un record de 147 dólares el barril a mediados de año, ayer cerró a 93,88.

El contrato de grano de soja en la Bolsa de Chicago con entrega a diciembre experimentó en la semana un retroceso de 14,8 por ciento, mientras que el trigo perdió 10,5 por ciento y el maíz, 16,4. En el Mercado a Término de Buenos Aires, la soja para mayo perdió ayer 3,5 dólares la tonelada y quedó a 235,5, el girasol operó plano a 263 dólares la tonelada y el trigo y el maíz lograron mejoras de 1,5 dólar (a 171,5) y 1,2 (a 134), respectivamente.

En el caso del petróleo, el que cotiza en Estados Unidos, que es de referencia para Argentina, operó ayer en alza la mayor parte de la jornada, pero sobre el cierre cayó a 93,9 dólares. En Londres, el petróleo Brent terminó con una caída de 31 centavos de dólar, a 90,25 dólares el barril.