El presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, dejó abierta ayer la posibilidad de ser candidato en las elecciones legislativas de octubre. “No lo descarto, pero creo que primero hay que buscar contenidos, el para qué, como dice mi amigo Víctor De Gennaro”, indicó el empresario. Además de mencionar al ex titular de la CTA, Buzzi aseguró que “hay que conversar con todos los sectores de la oposición” y enseguida mencionó al vicepresidente Julio Cobos, al diputado peronista disidente Felipe Solá, al senador Carlos Reutemann, al gobernador santafesino Hermes Binner y a la referente bonaerense de la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer. Luego criticó duramente la política agropecuaria del Gobierno y amenazó con volver a impulsar acciones de protesta. “No hay que descartarlo porque el malestar del sector es muy grande.”

De hecho, el secretario gremial de la entidad, Omar Barchetta, pocas horas más tarde le puso fecha a la vuelta de los reclamos. “La gente está muy nerviosa, muchos productores piden volver a las rutas y a fines de febrero o antes se realizarán acciones gremiales concretas que surgirán de asambleas. No descartamos volver a las rutas”, advirtió. “El conflicto es un capricho de la Presidenta, que discrimina al sector”, agregó Barchetta.

Los ruralistas quieren tener representantes en el Congreso que respondan a sus intereses, pero al mismo tiempo saben que el mayor rédito lo consiguieron cortando rutas. Por ese motivo, apuestan a las urnas sin descartar los cortes. Buzzi dijo aspirar a “que haya gente de la Federación Agraria en las distintas opciones electorales, lo cual no significa que sea Buzzi, significa que sean actores en cada provincia, en los Concejos Deliberantes, en las Legislaturas provinciales, y por supuesto, en el Congreso de la Nación”.

“Si algo debió habernos dejado este 2008 que pasó es que la política agropecuaria del matrimonio Kirchner es un desastre en términos de múltiples productos: leche, carne, economías regionales, menos trigo, demonizar a la soja con todo lo que esto ha significado en la economía argentina”, detalló. Por lo tanto, sostuvo que “hay que revisar todo, hay que resolver los problemas de concentración que ha provocado la etapa de los ’90 y que ha profundizado de una manera impresionante los cinco años del kirchnerismo”.

Las palabras de Buzzi podrían llevar a pensar que los empresarios del agro atraviesan una situación desesperante. Sin embargo, ese escenario apocalíptico que describen sus dirigentes está lejos de la realidad. Por ejemplo, en los primeros diez meses del año las exportaciones del complejo oleaginoso aportaron 17.163 millones de dólares, 44,9 por ciento más que en el mismo período previo y se estima que en la próxima campaña la soja cubrirá más de 18 millones de hectáreas (ver aparte).

La situación de los tamberos es similar. Se quejan como si estuvieran al borde de la extinción. Piden 1,30 peso por litro, pues afirman que por debajo de esa cifra el negocio no es rentable. Sin embargo, no hay ningún estudio de costos que avale sus dichos. Entre julio y noviembre, la industria se comprometió a pagar 94,5 centavos por cada litro de leche fluida. Además, los tambos cobraron una compensación estatal de 10 centavos que les permitió redondear un ingreso de 1,045 peso por litro, equivalente a 34 centavos de dólar, 60 por ciento más que los 21 centavos que percibían en el mejor momento de la década del ’90, con la economía dolarizada.

A partir de noviembre, el ingreso de los tamberos se redujo a un 1 peso porque se eliminó la compensación y fue sólo parcialmente compensada por un aumento del monto que pagaba la industria, pero es importante aclarar que en esta época del año, las vacas tienen más superficie para pastar y la producción de leche aumenta. Por lo tanto, el costo medio de producción disminuye. Además, la caída del precio del maíz redujo aún más esos costos. Los empresarios también utilizan la caída de la superficie sembrada de trigo para hablar de la supuesta crisis del sector provocada por la política oficial, pero la superficie se redujo fundamentalmente por la sequía y el Gobierno, a raíz de ello, redujo cinco puntos las retenciones y lanzó el programa de incentivo Trigo Plus.