Sábado, 3 de enero de 2009 | Hoy
EL MUNDO › LA INVASIóN DE LA FRANJA YA CUENTA CON LA BENDICIóN DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO
En los medios de Israel se dice que la operación terrestre había sido demorada durante más de una semana por mal tiempo. Sin embargo, no resulta claro si la decisión final fue tomada. Condi Rice culpó a Hamas por las víctimas.
Por Kim Sengupta y Anne Penketh *
Desde Jerusalén
Israel parece decidido a extender su ataque a Gaza de una semana, lanzando una invasión terrestre, en medio de renovados informes acerca de que las tropas y los tanques estaban preparados para entrar al asediado territorio palestino. Los funcionarios israelíes advirtieron que una ofensiva terrestre era necesaria para quebrar el poder militar de Hamas, que siguió llevando a cabo ataques con misiles a pesar de los devastadores ataques aéreos.
Tanques y tropas de refuerzo continuaron ubicándose a lo largo de los bordes de la Franja de Gaza mientras los soldados decían que estaban esperando órdenes para entrar. Las fuentes israelíes, sin embargo, dijeron que los ataques comando y la ocupación temporaria de lugares estratégicos eran las opciones que se estaban considerando en lugar de una invasión a gran escala, lo que involucraría más combates en los angostos callejones de Gaza –hogar de unos 15.000 combatientes de Hamas–.
En los medios locales hubo extensos informes referidos a que Israel estaba llevando a cabo una operación terrestre que había sido demorada durante más de una semana por mal tiempo. Sin embargo, aunque el gobierno israelí advirtió repetidamente que puede lanzar una ofensiva, no resulta claro si la decisión final fue tomada.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, hablando públicamente por primera vez desde que se lanzó la Operación Plomo Fundido, responsabilizó a Hamas por las víctimas de la ofensiva israelí. Dijo que no tenía planeado viajar a la región “en este punto” para mediar un cese del fuego, aumentando la especulación de que la administración Bush espera una ofensiva terrestre después de que Israel rechazara esta semana la propuesta francesa, apoyada por la UE, de una tregua de 48 horas.
Un vocero de la Casa Blanca pareció dar un apoyo tácito a las tácticas militares israelíes al negarse a contestar preguntas sobre si Estados Unidos creía que una ofensiva terrestre era justificable. “Esas serán decisiones de los israelíes”, dijo el vocero Gordon Johndroe. “Cualquier acción que tomen en esta operación en la que están comprometidos ahora, debe evitar la muerte de civiles, y también debemos continuar con el flujo de bienes humanitarios a Gaza”, dijo.
Cuando se le preguntó por qué Rice no iba a la región, Johndroe dijo que ella había estado trabajando por teléfono constantemente desde que los israelíes atacaron Gaza por primera vez hace una semana, y no había una “necesidad particular” de enviarla a la región “dado que puede hacer el trabajo desde acá”.
Miles de palestinos salieron ayer a las calles después que Hamas pidió un “día de ira” en respuesta a los ataques a Gaza. Las manifestaciones en Cisjordania y Jerusalén del Este, en las que hubo choques entre jóvenes tirando piedras y la policía, fueron unas de las muchas en el mundo musulmán cuando el conflicto alcanzaba su séptimo día.
La policía antidisturbios en Jordania disparó gases lacrimógenos para detener una marcha sobre la embajada israelí, mientras que en Istambul miles de turcos quemaban banderas israelíes después de las principales oraciones del viernes. Las autoridades egipcias desplegaron policías antidisturbios para evitar manifestaciones en El Cairo y el grupo de oposición islamista, la Hermandad Musulmana, dijo que mucha gente había sido arrestada.
Hubo más bombardeos en Gaza, en los que seis personas, incluyendo tres niños, murieron, con lo que el número de muertes es más de 400. Una mezquita, que el ejército israelí dijo que había sido usada como depósito de armas, fue bombardeada y más de 20 hogares pertenecientes a líderes de Hamas y otros grupos islamistas fueron destruidas en ataques aéreos.
Más de 30 cohetes fueron disparados a Israel ayer, causando heridas a cuatro personas en ataques a hogares en la ciudad costera de Ashkelon. Los palestinos con pasaportes extranjeros a los que se les permitió entrar a Israel –en su mayoría mujeres con maridos palestinos y sus hijos– hacían relatos dramáticos del impacto de los bombardeos israelíes mientras Israel seguía prohibiendo la entrada de periodistas a Gaza.
Jawaher Haggi, una estadounidense palestina de 14 años de edad, dijo que su tío murió durante un ataque aéreo cuando salió a buscar medicinas para su padre que se estaba muriendo de cáncer. Su padre murió unos pocos días después. “No hay agua ni electricidad ni medicinas”, dijo. “Es difícil sobrevivir. Gaza está destruida”, agregó. Rice señaló que ella estaba en contacto con líderes israelíes y europeos para lograr una tregua “lo antes posible”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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