La menor intensidad en la demanda de dólares permitió ayer al Banco Central tomarse un respiro y delegar a los bancos públicos la responsabilidad de equilibrar el mercado. El Nación y el Provincia participaron de la rueda cambiaria con puntuales intervenciones que fueron coordinadas por la autoridad monetaria. La estrategia logró una leve apreciación de la divisa, que cerró en el segmento mayorista a 3,637 pesos, con un buen volumen de negocios. Al público finalizó sin cambios, a 3,65 pesos, luego de que las pizarras del microcentro llegaron a remarcar un centavo más hasta pasado el mediodía. La estabilidad del real en la plaza brasileña también favoreció la acción oficial. La Bolsa porteña sufrió otro traspié, en línea con el pesimismo que reinó en el mundo. El índice de acciones líderes MerVal se retrajo 1,3 por ciento.

“La demanda no está tan sostenida y, como la semana pasada, se contó con la participación de la banca oficial. Obviamente, fue una intervención menor, con menos reservas para participar del mercado como puede hacerlo el Central”, explicó a este diario una fuente del organismo. La banca pública, más precisamente el Nación y el Provincia, coordinaron con el Central sus operaciones del día para estabilizar la cotización del billete verde, sin comprometer las reservas. Las participaciones oficiales resaltaron más por el “timing” que por los montos de intervención. Las mesas de cambio advirtieron una oferta de parte de los bancos públicos superior a los 100 millones de dólares. A pesar de lo “poco significativa” –según aducen los ejecutivos del Central– de la movida oficial, fue crucial, debido a la escasa liquidación de los exportadores, que fuera de sus ciclos comerciales esperan precios más favorables en el mercado internacional de granos. El accionar del Central redujo en 20 millones de dólares el stock de reservas, al cerrar en 46.939 millones.

El monto negociado se colocó por encima del promedio, en 411 millones de dólares. En las operaciones por más de un millón de dólares, la cotización de la divisa llegó a superar los 3,64 pesos, para luego cerrar en 3,637. En las pizarras de agencias de cambio y bancos del microcentro concluyó en los mismos valores del viernes, a 3,65 pesos para la venta, luego de que operara casi toda la jornada con un alza de un centavo contra el viernes.

La reversión en la tendencia bajista del real fue un factor “clave” para restar presión a la plaza local. El tipo de cambio argentino se encuentra por estos días atado a los vaivenes en los precios de la soja y a la cotización de la moneda brasileña. El real se revaluó unos centavos en el inicio de la rueda, aunque fue perdiendo algo de fuerza con el correr de las horas. Al cierre, la plaza cambiaria paulista exhibía una recuperación de 0,2 por ciento a 2,38 reales por dólar.

En acciones el mercado porteño siguió detrás de las oscilaciones en Wall Street. En la plaza de Nueva York el índice Dow Jones cayó 1,2 por ciento y el Nasdaq quedó 1,9 abajo, mientras que la Bolsa de San Pablo acusó un rojo de 0,9 por ciento. En Europa los retrocesos fueron más moderados y se ubicaron en promedio entre el medio y uno por ciento.

Por su parte, el panel MerVal retrocedió 1,3 por ciento, de la mano de los papeles de Tenaris, que cedió 0,2 por ciento, y Petrobras, que se retrajo 0,3 por ciento. Los negocios en la Bolsa sumaron apenas unos 26,4 millones de pesos. Por el lado de los bonos prevalecieron las ventas, pero algunas compras muy selectivas terminaron beneficiando al Boden 2012, que se distinguió con una mejora del 2,1 por ciento. El Bocon PRE8 ganó 2 por ciento. Como contrapartida, la emisión que reúne el grueso diario de los negocios, el Descuento en Pesos, se desplomó 6 por ciento. El total operado en títulos públicos fue de 344,2 millones de pesos.