El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil creció 5,1 por ciento durante 2008, pese al fuerte retroceso de 3,6 por ciento sufrido en el último trimestre del año debido a la crisis financiera internacional. Después de que el instituto estadístico brasileño (IBGE) difundiera los datos, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reiteró que el país no entrará en recesión.

“Aunque el crecimiento en el primer trimestre de 2009 sea cercano a cero, Brasil será uno de los pocos países del mundo, tanto entre los emergentes como entre los grandes, que no tendrá una recesión como ocurre en otros países ricos”, aseguró Lula. La caída registrada en el cuarto trimestre del año es el peor registro del país vecino desde el último trimestre de 1996, cuando el retroceso fue de 7,9 por ciento. No obstante, en relación con el mismo período de 2007, la economía brasileña creció 1,3 por ciento. El mandatario señaló que “teníamos conciencia de que, en función de lo ocurrido a partir de octubre, tendríamos un trimestre muy flojo. Pero también tenemos conciencia de que es posible recuperarse”.

Por su parte, el PIB per cápita creció 4 por ciento durante el año y ascendió hasta los 15.240 reales, 6590 dólares al cambio del último día de 2008, añadió el IBGE. En tanto, la tasa de inversión se situó en 19 por ciento del PIB, la más alta de la serie iniciada en 2000. Pero en los últimos tres meses del año todos los sectores de la economía experimentaron una fuerte caída interanual. El impacto más duro lo recibió la industria que retrocedió 7,9 por ciento.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, destacó el crecimiento del PIB obtenido a pesar de la intensidad de la crisis que golpeó Brasil en el último trimestre del año pasado. Para la primera mitad de este año, Mantega espera un alza modesta y estima que durante la segunda mitad exhibirá un mejor resultado.