Los gobiernos europeos se niegan a que las filiales automotrices locales sean las variables de ajuste de sus casas matrices. El futuro de la alemana Opel se encuentra en la cuerda floja, debido a que la estadounidense General Motors Co. se desentiende de la suerte de su filial respecto de los rescates que recibe de Washington. La canciller alemana, Angela Merkel, condicionó una posible ayuda estatal a Opel a las decisiones que tome el gobierno de Estados Unidos respecto de GM. “Antes de que se tome una decisión, debemos esperar las importantes decisiones que se tomen en Estados Unidos; por ejemplo, si continúa GM y cómo, qué autonomías le puede otorgar a Opel y cómo sigue el tema de las patentes de esta última”, enumeró Merkel. El próximo miércoles habrá una reunión decisiva para el futuro de Opel, cuando en Bruselas se reúnan los ministros de Finanzas de cinco países europeos en los que hay plantas fabriles de Opel y GM.