El gobierno de Venezuela y Techint lograron un acuerdo por la cesión del 60 por ciento de la acería Sidor, hasta ahora en manos del holding de los Rocca. El anuncio fue formulado ayer en Caracas por el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, quien omitió dar precisiones sobre el monto de la operación. Oficiosamente, se sabe que ésta podría rozar los 2000 millones de dólares, de los cuales una parte ya se habría hecho efectivo.

El acuerdo clausuraría un conflicto que se desató en mayo del año pasado cuando Chávez anunció la nacionalización de esa fábrica de aceros, que el grupo Techint compró años atrás. Ternium-Sidor, la mayor acería de la zona andina y del Caribe con una producción de 4,3 millones de toneladas de acero líquido en 2007, fue objeto de un decreto de nacionalización en mayo de 2008. Hasta el año pasado, el Estado venezolano poseía un 20 por ciento de las acciones de la siderúrgica, otro 20 estaba en poder de los trabajadores y el 60 restante pertenecía a Techint.

En rigor, no fue el único sino el último de una sucesión de contradichos entre el gobierno venezolano y Techint, al que se le imputaba pagar muy barato el insumo y vender con gran margen el producto terminado. La intervención del entonces presidente Néstor Kirchner evitó que las discrepancias devinieran en ruptura. Finalmente, se impuso la voluntad del gobierno venezolano, que a mediados de mayo pasado resolvió nacionalizar Sidor con una determinación inapelable.

“Con Ternium-Sidor se llegó a un acuerdo ya sobre un sistema de pagos. Está cerrado y ya se pagó una parte”, indicó Rodríguez, aunque delegando en el propio grupo que lidera Paolo Rocca la difusión de los términos de ese pacto. Hasta mayo del año pasado, el Estado venezolano tenía el 20 por ciento de la acería, mientras que el otro 20 por ciento de la fábrica que produce 4,3 millones de toneladas de acero líquido estaba en manos de los trabajadores.

La determinación del gobierno venezolano, de rescatar el 60 por ciento en manos privadas, se enmarca en un proceso de nacionalización que se extiende a otros rubros, incluido el financiero. Según la administración chavista, también es inminente un acuerdo con el hispano Santander por estatización del Banco de Venezuela, operado por la entidad hispana.

El pasado sábado, Chávez reiteró, por segunda vez en tres días, que “se nacionaliza” el banco, filial del español Grupo Santander, y señaló que la entidad “vale menos que hace un año”, sugiriendo un precio inferior de compra. “Ya lo hemos dicho. Se nacionaliza”, manifestó el presidente, durante una intervención televisada en la que anunció las medidas de su gobierno para luchar contra el impacto de la crisis económica.

El banco “no vale lo que valía hace un año. No vayan a venir a pedirnos aquí como los argentinos” en relación con la nacionalización de la siderúrgica Sidor, dijo Chávez, en alusión a la controversia que se generó sobre el precio de la empresa durante el proceso de compra de esta última. El presidente, que intervino durante una sesión del Consejo de Ministros acompañado de todo su gabinete, se dirigió al titular de Finanzas para decirle que contacte “ya” con los representantes del banco y se ponga plazo a las negociaciones. “No perdamos tiempo”, señaló el presidente, quien insistió en que se trata de “fortalecer el sistema bancario público” venezolano, como ya lo había indicado el jueves anterior al ratificar que se iba a nacionalizar la filial del Santander, desestimando las versiones sobre un aplazamiento de las negociaciones hasta el año próximo. El anuncio inicial de la nacionalización del Banco de Venezuela fue hecho por Chávez a finales de julio de 2008.