Sábado, 4 de abril de 2009 | Hoy
ECONOMíA › LA ECONOMíA REAL DE ESTADOS UNIDOS SIGUE SIN REACCIONAR PESE A LOS MILLONARIOS PAQUETES DE ESTíMULO
Washington anunció ayer que marzo cerró con una suba de 0,4 por ciento del desempleo, que llegó al 8,5 por ciento, peor de lo esperado. Hay 5.100.000 despedidos, más los millones que se rindieron y los que trabajan part time.
Los millonarios salvavidas lanzados por el gobierno estadounidense para reactivar la economía no lograron rescatar al mercado laboral de la creciente destrucción de empleos en la que se encuentra. Sin perspectiva de mejora en el corto plazo, las nóminas de las empresas continúan reduciéndose. Según cifras del Departamento de Trabajo, el de-sempleo creció en marzo 0,4 punto respecto de febrero para ubicarse en 8,5 por ciento, el nivel más alto desde 1983. “Desde el comienzo de la recesión, en diciembre de 2007, la pérdida de empleo alcanzó a 5,1 millones de personas, 3,3 millones en el transcurso de los últimos cinco meses”, advierte el informe oficial. El presidente Barack Obama consideró que estos números advierten sobre la necesidad de una acción más coordinada entre todos los países.
“Si no actuamos de manera concertada, fracasaremos colectivamente”, dijo Obama durante una conferencia de prensa que brindó junto con su par alemana, Angela Merkel, poco después de que se conocieran la cifras de empleo en su país. El mandatario norteamericano reconoció que su economía “se ha visto duramente golpeada” por la crisis. En febrero, su administración impulsó un plan de reactivación para salvar o crear más de 3,5 millones de puestos en dos años. Sin embargo, las estadísticas oficiales siguen dando cuenta del deterioro de estos indicadores sociales.
Ayer la Cámara de Representantes (diputados) y luego el Senado de Estados Unidos aprobaron una resolución presupuestaria por más de 3,5 billones de dólares para el ejercicio de 2010. La resolución, que servirá de guía para los gastos del año fiscal 2010, todavía queda pendiente de rectificaciones para que coincidan las versiones aprobadas por la Cámara baja y el Senado. La versión de los representantes aumentaría los gastos del Estado en un 9,5 por ciento respecto del año pasado, mientras los senadores proponen incrementarlo en un 7 por ciento.
Sin embargo, las ayudas del Estado siguen teniendo como principal receptor al sistema financiero, en tanto el sector real no se recupera. La cantidad de empleos eliminados el mes pasado fue incluso superior a las previsiones de los analistas. Los cálculos privados estimaban la destrucción de 658.000 puestos, luego de los 651.000 de febrero y 741.000 de enero. El mes pasado la actividad recortó unos 663.000 empleos. La industria expulsó de sus nóminas 305.000 trabajadores en marzo, mientras que unos 358.000 puestos se perdieron en el sector servicios, donde trabaja cerca del 85 por ciento de la mano de obra no agrícola estadounidense. Por su parte, el único sector generador de empleos fue el público. La educación y los servicios de salud sumaron 14.000 nuevos puestos en marzo.
El informe de la cartera laboral detalla que las empresas de construcción se desprendieron de 126.000 puestos, las fábricas perdieron 161.000, el comercio minorista 50.000 y los servicios profesionales y de negocios otros 130.000.
Si se agregan las personas que sólo tienen un trabajo de tiempo parcial porque no consiguen otro, y las que desalentadas abandonaron la búsqueda de empleo, el índice de desempleo en marzo fue de 15,6 por ciento, el más alto desde que se comenzó a compilar. El registro oficial de desempleados subió de 12,4 millones en febrero a 13,2 millones en marzo. En tanto, el número de personas que desearía trabajar más horas pero están forzadas a tomar empleos de tiempo parcial aumentó en 423.000 el mes pasado y llegó a 9,3 millones. Se trata de empleos que no cuentan con beneficios sociales, como vacaciones y seguro médico. A esto se agregan más de 5,5 millones de personas que sostienen querer encontrar un trabajo, pero no están contabilizados entre la población activa por diversas razones.
En las últimas previsiones publicadas por la Reserva Federal se estimaba un desempleo de 8,5 y 8,8 por ciento para el transcurso de este año, aunque con el actual ritmo de destrucción de puestos no se descarta un cifra de dos dígitos para el año próximo y por encima del 9 por ciento éste. Por su parte, el titular de la Fed, Ben Bernanke, reiteró que la institución debe mantener su flexibilidad para retirar las inyecciones de capitales que volcó a la economía y mantener controlada la inflación a medida que pase la crisis. “El alivio de los trastornos en los mercados de crédito y el restablecimiento de ese flujo a los hogares y las empresas son esenciales si hemos de lograr, como espero, la reanudación gradual de un crecimiento económico sostenible”, dijo Bernanke.
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