El secretario general de Luz y Fuerza y el presidente de la asociación de distribuidores de electricidad salieron, por separado, a aclarar que la suma extra mensual (no la llaman aumento) que recibirán los trabajadores del sector durante seis meses (a partir del pasado mes de marzo) es de 333 pesos, la mitad de lo que se lanzó como versión periodística en la víspera. Dicha suma surge como parte de “un acuerdo de palabra” entre el gremio y los representantes de Edenor, Edesur y Edelap (las tres distribuidores eléctricas “federales”, porque son las únicas bajo jurisdicción nacional), que también tiene una cláusula de estabilidad laboral y otra de postergación de la discusión paritaria para el segundo semestre del año.

El acuerdo involucra a unos siete mil trabajadores de las mencionadas empresas y la cifra global de pago extra, de 2000 pesos para los seis meses, fue liquidada en forma adelantada junto al sueldo de marzo. Alejandro Macfarlane, presidente de Edenor y a la vez de Adeera (cámara que agrupa a las distribuidoras eléctricas), señaló a Página/12 que “no hay convenio firmado ni homologado, tenemos un acuerdo de palabra con la federación”, Fatlyf. Acuerdo que, además de la suma no remunerativa, abarca otros dos puntos. Uno está referido al “mantenimiento de todas las fuentes de trabajo durante este año más la incorporación, dentro de las categorías de Luz y Fuerza, de una cantidad de personal que se definirá en vinculación con el plan de inversión de cada compañía”, según explicó Macfarlane a este diario. El tercer punto es el acuerdo para postergar el tratamiento de las paritarias para la segunda mitad del año.

Oscar Lescano, secretario general de Fatlyf, corroboró que la suma fija mensual acordada es de 333 pesos y que el acuerdo abarca seis meses, contados a partir de marzo pasado, en declaraciones a la agencia de noticias Télam. Lescano señaló que “esa suma se podrá repetir otros seis meses”, lo que puede haber dado lugar a la interpretación de un acuerdo global por 4000 pesos, supuestamente a razón de 666 pesos por mes (si se cobraran dentro del mismo semestre), que ayer tomó un medio gráfico.

El dirigente gremial mencionó, además, que está planteada la discusión de un premio extra “por la colaboración que los trabajadores prestan durante los meses de verano e invierno para que el sistema eléctrico se mantenga sin alteraciones”.

El acuerdo de Fatlyf y las concesionarias eléctricas va en línea con otros alcanzados en gremios de fuerte peso económico y gremial, que en líneas generales apuntan a ver cómo se plantea la segunda mitad del año, tanto en lo económico como en lo político, antes de fijar las nuevas condiciones salariales. En muchos de ellos –y según aseguraban ayer fuentes del sector eléctrico, también en este caso–, estas condiciones ya se habían conversado antes de que se anunciara la intención de adelantar las elecciones legislativas a junio.

El dato central es que, ya desde fines del año pasado, se instaló la sensación de que la crisis internacional va a tener un impacto mayor en el mercado local que el hasta ahora percibido. Por lo tanto, desde ambos lados del mostrador en la negociación laboral se privilegia una combinación entre estabilidad en el empleo y moderación en los aumentos. De allí que tanto Fatlyf como Adeera se hayan apresurado ayer en aclarar que el acuerdo alcanzado no suponía una suba del 20 por ciento en los sueldos como se había difundido, lo cual hubiera constituido un detonante para las negociaciones no cerradas aún en otros sectores.