En respuesta al deterioro de la situación económica producto de la crisis internacional, desde la cartera laboral del gobierno de Santa Fe se está estudiando la posibilidad de reducir la semana laboral a cuatro días, en el marco de un plan más amplio dedicado a preservar puestos de trabajo. La medida estaría enfocada a casos particulares de empresas con un panorama delicado y que presenten posibilidades de cierre, despidos o suspensiones. Ante el anuncio por parte de la secretaria de Trabajo de Santa Fe, Alicia Ciciliani, de que el gobierno provincial está estudiando la posibilidad de promover este tipo de regímenes, Página/12 consultó sobre el tema al ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez.

El funcionario explicó que “la prioridad es preservar el empleo y la empleabilidad”. Manifestó que el trabajo no sólo es clave en la estructura económica familiar, sino que además es “un factor de ordenamiento social”. El sistema que se está analizando es el de “repartir el trabajo”, estrategia que se encuentra contemplada en el “Pacto Mundial para el Empleo” confeccionado por la OIT. En los lineamientos de este documento internacional se encuentra la posibilidad de reducir la semana laboral. “Permitiría que en el caso de que la producción disminuya, la menor cantidad de horas que la empresa necesite contratar se distribuya entre los trabajadores que se encuentran ocupados, en lugar de que se produzcan despidos. Se trata de regímenes de trabajo compartido”, dijo el ministro. También se les pide a las compañías que no soliciten hacer horas extra, ya que implica que “hay otro trabajador desocupado que no puede ingresar al sistema laboral”. El rubro metalúrgico presenta algunos casos testigo de este tipo de soluciones. Desde la cartera laboral provincial aseguraron que “se están charlando las situaciones críticas en cada empresa en particular, tomando en cuenta utilidades previas e inversiones realizadas”.

Rodríguez justificó este tipo de paliativas ante el peligro del desempleo por “la carencia de un seguro de desempleo que permita al trabajador y su familia seguir adelante ante un despido”. En cuanto a las modificaciones salariales que el sistema requiere, el funcionario explicó que las discusiones se llevarán a cabo entre las partes “caso por caso”.