Las derrotas siempre vienen acompañadas de pases de factura. Puede dar fe de eso el kirchnerismo porteño, donde el mismo domingo a la noche empezaron a aparecer reproches cruzados por el papel electoral de Carlos Heller. “Hablar de derrota y de fracaso es una arbitrariedad”, se defendió el ahora diputado electo y remarcó que “con medio punto más” hubiera entrado también Noemí Rial, quien lo seguía en la boleta de candidatos a la Cámara baja. Los mayores cuestionamientos a la estrategia electoral surgieron del sector del PJ porteño liderado por Víctor Santa María, que atribuyó la derrota a la “falta de criterio e inteligencia” y reclamó la convocatoria a internas abiertas para renovar las autoridades partidarias.

La convivencia dentro del kirchnerismo porteño entre los dirigentes del PJ local y aquellos surgidos del espacio de centroizquierda que Néstor Kirchner logró encolumnar detrás de su proyecto nunca fue fácil. Los roces existieron desde un principio y se multiplicaron en los últimos dos años. La derrota electoral profundiza esa división y aviva, además, la interna entre los peronistas que siempre fueron reticentes a abrir las puertas del partido y quienes aún defienden esa idea.

La estrategia electoral del kirchnerismo porteño la definió el propio Kirchner en Olivos, cuando ratificó al presidente del Banco Credicoop al frente de la boleta K a diputados. Los peronistas que preferían presentar a un candidato del partido y nominaban para eso a Daniel Filmus o Rafael Bielsa aceptaron a regañadientes aquella decisión.

Santa María no hizo nombres. “El papel del Frente para la Victoria en la ciudad es el fruto de divisiones equivocadas, de falta de criterio e inteligencia para enfrentar este proceso electoral que nos venía dando señales desde hace mucho tiempo y no supimos actuar en consecuencia”, señaló el dirigente del sindicato de encargados de edificio.

Entre los cuestionados aparece Daniel Filmus, quien fue jefe de campaña K en la ciudad. El rostro del senador, con traje militar y un ojo morado, ilustra un afiche pegado el lunes en distintos barrios porteños, donde se lo identifica como “El mariscal de la derrota”.

“Quienes critican el desempeño del Frente para la Victoria en la ciudad son quienes pretendían que me presentara como candidato a diputado y les diera la espalda a los cientos de miles de votos de porteños y porteñas que me eligieron como senador”, reaccionó Filmus. También sostuvo que “no se pueden dejar de lado la ética y la responsabilidad institucional frente a los ciudadanos para privilegiar las internas partidarias”.

Heller también salió a hacer frente a las críticas. “En el proceso general de retroceso, logramos mantener lo que en 2007 sacaron tanto Ginés González García como Carlos Tomada”, analizó el cooperativista ante Página/12 y enfatizó que “no hay que tomarlo como un fracaso”. Al respecto, agregó que el resultado “muestra las dificultades objetivas que está teniendo el proyecto” kirchnerista “que, sin embargo, sigue siendo la fuerza política más grande a nivel nacional”.

El diputado electo no dejó de subrayar que “lo que perdió el macrismo en la ciudad, con 31 por ciento de los votos contra 46 que sacó Macri en la primera vuelta a jefe de gobierno hace dos años, es más de lo que perdió el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires” y arremetió contra Santa María. “Sus declaraciones –disparó– marcan que no estaba interesado en que nos fuera bien y que esperaba el resultado para salir a atacar este proyecto.” Afirmó, además, que “sólo lo vi una vez durante la campaña: en una reunión en el despacho de Filmus en la que planteó que necesitaba un millón y medio de pesos para fiscalizar la elección”.