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En el sector privado estadounidense hubo menos despidos que lo esperado y eso fue considerado un signo de que la crisis al menos tocó fondo. En julio, por primera vez desde abril de 2008, se redujo la tasa de desempleo al ubicarse en 9,4 por ciento, contra el 9,5 de junio, según datos divulgados ayer por el Departamento de Trabajo. Tras conocerse la cifra, el presidente Barack Obama aseguró que su gobierno rescató a esa economía del “colapso” y afirmó que hay señales de que “lo peor puede estar ya superado”. Los dichos del mandatario norteamericano coinciden con algunos economistas que advierten una leve mejora, no obstante, alertan sobre cuál pueda ser el impacto de retirar los paquetes de estímulo.

Durante julio las compañías recortaron 247 mil puestos, menos de los 320 mil que pronosticaban los analistas. La diferencia fue considerada tanto por el mercado como por varios funcionarios del Capitolio y la Casa Blanca como una buena señal hacia la puerta de salida de la crisis. El primero en celebrar los datos fue Obama, aunque admitió que aún resta “subir una montaña muy empinada”, y defendió el plan de recuperación de 787.000 millones de dólares aprobado a principio de año en el Congreso.

“Se comienza a ver una salida moderada y se disiparon los miedos de que siga cayendo. No obstante, hay muchos riesgos, y uno, principalmente, es lo que va a ocurrir si el gobierno retira el estímulo, sobre todo en lo fiscal”, explicó a Página/12 María Castiglioni, de la consultora C&T.

La Reserva Federal, en tanto, aseguró que hay señales de estabilización en distintas regiones del país. En cambio, la asesora económica de la Casa Blanca, Christina Romer, alertó de que, aun cuando el Producto comience a crecer, todavía será necesario algún tiempo para que el empleo repunte.