Representantes de la Iglesia Católica volvieron ayer a cuestionar las estadísticas oficiales de pobreza. El obispo Fernando Maletti, de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más Necesitadas, calificó de “escandaloso” o “al menos irritante” afirmar que la pobreza descendió. En tanto, el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Agustín Salvia, aseguró que ese resultado es “imposible”. Las críticas apuntan al informe difundido anteayer por el Indec, el cual registra una caída interanual de 3,9 puntos en el nivel de pobreza en el primer semestre, hasta ubicarse en 13,9 por ciento. El mes pasado, el titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, había apuntado contra las mediciones y había arriesgado que la pobreza afecta al 40 por ciento de los argentinos.

En esta oportunidad no fue una declaración en nombre de la Iglesia ni en una misa. Las críticas se hicieron ante una interpelación periodística, con el objetivo de conocer su opinión sobre el resultado del Indec. Sus respuestas fueron distintas de las de algunos analistas, pero su carácter de representantes de la Iglesia les imprimió un peso específico. Sobre todo por la vehemencia de sus críticas y la señalización del Gobierno como principal culpable de la pobreza en el país.

“Es escandaloso o, al menos, irritante que se diga que la pobreza disminuyó en el país, cuando la constatación diaria demuestra todo lo contrario”, dijo Maletti. El obispo de Bariloche señaló que la situación es “grave”, aunque opinó que “no es momento para entrar en polémicas por el número de pobres”.

Salvia, por su parte, dijo no entender por qué el Gobierno se apoya en estas estadísticas, aunque deslizó que “podría ser para distraer la discusión de lo importante”. “Nos llevan a discutir cifras y no políticas para resolver la pobreza y la indigencia, que es lo importante”, subrayó en declaraciones al portal Valores Religiosos. El directivo sostuvo que la UCA midió por última vez la pobreza en el segundo semestre de 2008, cuando arrojó un 33 por ciento, y tuvo una “proyección, no un dato, del 37 por ciento” para el primer trimestre de 2009.

Si bien las cifras del Indec siguen siendo controvertidas en un marco de desaceleración económica, las proyecciones privadas, particularmente en cuanto a indicadores sociales, presentan debilidades. Las consultoras no cuentan con la estructura necesaria para abarcar ese tipo de relevamientos.