El gobierno español, acreedor por 433 millones de dólares de la Argentina dentro del paquete de deuda en manos del Club de París, expresó su respaldo a ofrecer un acuerdo en el marco de las conversaciones que viene desarrollando el ministro de Economía, Amado Boudou. Lo hizo por boca de la vicepresidenta del gobierno peninsular, María Teresa Fernández de la Vega. En el Palacio de Hacienda sostienen que la decisión política para alcanzar un acuerdo está tomada, pero explican que la dificultad para lograrlo reside, entre otras cosas, en la estructura de la deuda y la forma en que se resolverá su consolidación a los fines de la cancelación con cada país acreedor.

El pasivo a negociar, 7750 millones de dólares, se divide entre capital vencido, intereses vencidos, intereses compensatorios e intereses punitorios. La forma de pago se negocia con el secretariado del Club, pero el acuerdo debe ser rubricado con cada país en particular. El Ejecutivo pretende lograr un entendimiento sin tener que pasar por el FMI, un requisito que plantea una parte del Club.

“España apoya la voluntad del gobierno de Argentina y, desde luego, acompañaremos en este proceso para que logre un buen acuerdo”, aseguró la vicepresidenta ibérica. El Gobierno ya encaró conversaciones informales con los miembros de los países que concentran la mayor parte del pasivo. Los principales acreedores son Alemania y Japón, que representan el 60 por ciento de la deuda. Para el ministro de Economía, la negociación con el Club, como el ofrecimiento a los holdouts y la normalización de las relaciones con el Fondo, tienen como objetivo prioritario bajar la tasa de interés. Así pretende facilitar la reconexión con el turbulento mercado financiero internacional, en este momento sumamente líquido.