El gobierno italiano aprobó un plan de ajuste fiscal, que prevé una merma en el gasto público de 24 mil millones de euros en 2011 y 2012, aunque todavía resta ser aprobado por el Parlamento. “El objetivo de las medidas es salvar al euro, lo que significa que las familias y las empresas estarán salvaguardadas, un objetivo común de toda la Unión Europea”, indicó el primer ministro Silvio Berlusconi. Busca llevar el déficit fiscal del actual 5 por ciento del PIB al 2,7. Según el mandatario, el plan se basa en el “ajuste en el gasto público y en la lucha fiscal”. Suprime la administración pública en diez pequeñas provincias con menos de 220 mil habitantes y congela los salarios de los empleados estatales y altos funcionarios. Para evitar la evasión, el decreto reducirá hasta los 5 mil euros la transacción mínima en efectivo que debe ser declarada ante el fisco.